El consorcio liderado por abertis y el fondo de inversión Goldman Sachs Infrastructure Partners II ha cerrado con el Gobierno de Puerto Rico el proceso de adjudicación de la concesión para la gestión de las autopistas PR-22 y PR-5. El consorcio, que asumió ayer la gestión de ambas autopistas por un periodo de 40 años, ha desembolsado un canon concesional de 1.136 millones de dólares (830 millones de euros).
La operación se ha llevado a cabo a través de un consorcio formado por abertis (45%) y el fondo de inversión Goldman Sachs Infrastructure Partners II (55%), que han financiado la operación en una proporción aproximada del 40% de aportación de capital por parte de los socios, mientras que el 60% restante se ha financiado con deuda a largo plazo con un grupo de 12 entidades financieras. El consorcio gestionará ambas autopistas a través de una sociedad conjunta denominada Autopistas Metropolitanas de Puerto Rico LLC (Metropistas).
La operación consolida la presencia de abertis como operador de autopistas en Puerto Rico, donde gestiona desde hace 16 años el Puente Teodoro Moscoso. La presencia de abertis durante varios años en el territorio y su compromiso con la comunidad y la calidad del servicio han contribuido al posicionamiento del grupo como un aliado de preferencia para el desarrollo de proyectos del programa de Alianzas Publico Privadas, así como para el desarrollo futuro de proyectos de colaboración público-privada en el resto de Estados Unidos.
La autopista PR-22, también conocida como autopista José de Diego, es la autopista más transitada de Puerto Rico, con un tráfico diario de 84.000 vehículos, según datos del año 2010. Discurre a lo largo de 83 kilómetros, conectando la capital (San
Juan) con la ciudad de Arecibo por el norte de Puerto Rico. La autopista cuenta con siete estaciones de peaje, incluyendo la estación de Buchanan, por donde transitan cada año más de 25 millones de vehículos, y da servicio a una zona que destaca por la ubicación de grandes compañías multinacionales del sector industrial y farmacéutico.
Por su parte, la PR-5 –abierta al tráfico en 2006- es una extensión de cuatro kilómetros de la PR-22 que cruza el área metropolitana de la capital San Juan, en el área de Bayamón. Enlaza también con las autopistas PR-6, PR-2 y PR-199, donde finaliza su trazado.
Las autopistas PR-22 y PR-5 tuvieron en el ejercicio fiscal 2010 unos ingresos de explotación de 90 millones de dólares (62 millones de euros).