La Eurocámara votará un reglamento que introduce límites a las emisiones de CO2 de las furgonetas de nueva fabricación. La norma, acordada con los Estados miembros, fija un máximo de 175 gramos de CO2 por kilómetro para 2014. Este objetivo irá descendiendo progresivamente hasta alcanzar los 147 g CO2/km en 2020. La legislación introduce incentivos para la fabricación de vehículos más eficientes y sanciones contra los fabricantes que no respeten los límites.
El nuevo reglamento tiene como objetivo mejorar la calidad del aire y contribuir a los objetivos de la UE sobre cambio climático. También busca reforzar la eficiencia en el uso del combustible, lo que beneficiará a las pequeñas empresas que utilizan estos vehículos. La Eurocámara aprobó hace dos años una directiva que introdujo límites a las emisiones de los coches.
El acuerdo establece una serie de objetivos por fases, que se calcularán respecto a la media del parque de vehículos nuevos. La norma fija un máximo de 175 gramos de CO2 por kilómetro para 2014. Al menos un 70% de los vehículos producidos por cada fabricante ese año tendrán que cumplir este objetivo. Posteriormente, el límite de emisiones irá descendiendo gradualmente hasta llegar a los 147 g CO2/km en 2020. Al mismo tiempo, el porcentaje de automóviles que deben respetar el tope ascenderá progresivamente (un 75% en 2015, un 80% en 2016 y el 100% en 2017).
Cada furgoneta que emita menos de 50 g CO2/km equivaldrá a más de un vehículo en el cálculo de las emisiones medias. Este sistema de «supercréditos», que estará vigente hasta 2017, busca incentivar a los fabricantes para que produzcan vehículos más eficientes.
Los productores que sobrepasen los objetivos fijados en el reglamento serán sancionados con penas de 95 euros por gramo extra a partir de 2019.
Las furgonetas representan actualmente el 12% del parque de automóviles.