ASTIC, asociación que agrupa a la mayoría de las empresas españolas de transporte por carretera, desea mostrar su más profunda preocupación por la decisión adoptada por el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea del pasado 12 de septiembre de aprobar, sin debate y con la sola oposición de España e Italia la Propuesta de Directiva de la Euroviñeta, de acuerdo con el texto que había sido acordado con el Parlamento Europeo.
La medida crea nuevos mecanismos impositivos, de forma que los vehículos pesados de transporte de mercancías por carretera deban pagar por la contaminación atmosférica y el ruido que producen. A diferencia de los vehículos de turismo, que no deberán abonar cantidad alguna por estos motivos. Y a diferencia de los otros medios de transporte de mercancías, como el tren, el avión o el barco, que no se verán sometidos a imposición alguna por la contaminación que producen.
La medida supone una pésima noticia para las empresas de transporte por carretera, que coincide con la inminente finalización de la devolución del gasóleo profesional y el comienzo de la tramitación en la Unión Europea de otros mecanismos impositivos adicionales, como los de imposición sobre el CO2.
Sin duda estas medidas dificultarán aún más la capacidad del transporte por carretera de facilitar la mayor parte el comercio exterior, cuyo crecimiento ha impedido que la economía española entre en recesión.
Un estudio del año 2009 de la International Road unión (IRU) demuestra que para los países periféricos, como España, el establecimiento de los mecanismos impositivos establecidos en la Directiva de la Euroviñeta supondrán una transferencia importante de recursos a favor de los países centrales.