El martes 21 de diciembre, el secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, junto al Alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el Delegado del Gobierno en Catalunya, Joan Rangel, el presidente de la Autoridad Portuaria, Jordi Valls y el Director General de Mercancías de Renfe, Manuel Acero, asistieron a la salida del primer servicio de mercancías que ya circula por vía de ancho UIC en el trayecto Barcelona-Lyon.
El Ministerio de Fomento puso en servicio este martes el primer corredor transfronterizo de mercancías en ancho internacional entre España y Francia, que conecta la zona portuaria de Barcelona con Perpiñán, que ha representado una inversión aproximada de 337 millones de euros.
La entrada en servicio de la nueva conexión permite a Renfe iniciar sus tránsitos internacionales de mercancías a través del nuevo túnel del Perthus, que une Figueres con Perpiñán, con cuatro trenes semanales que conectarán Barcelona con Lyon y Milán y una oferta reforzada.
La entrada en servicio de esta conexión de ancho europeo (1.435 mm) supone un hito en la historia del ferrocarril y abre una nueva etapa en la conexión con Europa, cómo señaló el secretario de Estado de Transportes, Isaias Táboas, que asistió a la salida del primer tren con el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el delegado del Gobierno en Catalunyaa, Joan Rangel, el presidente de la Autoridad Portuaria, Jordi Valls, y responsables de Renfe y Adif.
Este primer servicio forma parte del producto BarceLyon, operado conjuntamente por Naviland Cargo, Port de Barcelona y Renfe.
Con la nueva conexión, Renfe aumenta su oferta de carga en unas 300 toneladas por tren al circular con trenes de 750 metros y reducir el plazo de transporte en unas 6 horas, al agilizar el paso fronterizo y eliminar la manipulación de las mercancías en la frontera.
De esta manera, Renfe ofrece un servicio más eficiente en términos de productividad y ahorro medioambiental. El nuevo túnel forma parte de la línea de ancho europeo entre Barcelona y Perpiñán, el cual permite a Renfe reconducir algunos de sus servicios que parten de Barcelona con destinos situados más allá de los Pirineos. Es el caso del servicio BarceLyon, que une el puerto de la ciudad condal con Lyon, nudo logístico clave del sudeste europeo, y del servicio del operador Hupac que une Barcelona con Milán.
Posibles nuevos servicios con Toulouse y Burdeos
Renfe pone en circulación cuatro trenes por semana en estas conexiones de Barcelona con Francia e Italia, desde las terminales de enlace de Morrot y Can Tunis y con conexiones en los muelles del Port de Barcelona (TCB y Tercat). La nueva conexión con Francia permitirá además abrir nuevas opciones de enlace con la Red Intermodal Multicliente de Renfe para el transporte de contenedores a través de la terminal de Morrot.
Renfe tiene entre sus proyectos en estudio un nuevo servicio que conecte Barcelona con Toulouse y Burdeos mediante un servicio similar al BarceLyon y que también se prestaría a través del nuevo túnel con ancho europeo.
El corredor tiene una longitud total de 168 kilómetros, de los cuales 92 corresponden a líneas de ancho convencional en los que se ha instalado el tercer carril para su utilización en ancho internacional (1.435 mm), mientras que los 76 kilómetros restantes pertenecen a tramos de la futura conexión Barcelona-Figueres de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Barcelona-frontera francesa.
La nueva infraestructura permite aumentar la longitud de los trenes desde los 450 hasta los 750 metros, de forma que Renfe ofrece una capacidad de carga mayor a sus clientes en los servicios mencionados con origen y destino Barcelona, hasta 20 TEUs más. Además, agilizar el paso fronterizo y eliminar la manipulación de las mercancías en la frontera son dos factores que permitirán un ahorro en el tiempo de transporte de unas 6 horas y para las empresas cargadoras, la posibilidad de cargar el mismo día de salida.
Ahorro energético
Los cuatro trenes semanales que conectarán Barcelona con Lyon y Milán transportarán un total de 544.000 toneladas durante 2011, de las cuales 208.000 corresponden al servicio BarceLyon y 336.000 al servicio que une la ciudad condal con Italia. El uso del ferrocarril frente otros medios de transporte en estos servicios, supondrá un ahorro energético total de 33.680 toneladas de CO2 y 8.560 toneladas de petróleo. Concretamente, este primer año en el tráfico de mercancías Barcelona-Lyon se producirá un ahorro de 13.830 toneladas de CO2 y 19.850 de petróleo, en cuanto al tránsito entre Barcelona y Milán el ahorro será de 5.260 toneladas de petróleo y 19.850 toneladas de CO2.