El Ayuntamiento de Bilbao presentó recientemente sus experiencias piloto en materia de distribución urbana de mercancías, desarrolladas durante el último año en la ciudad como resultado de su trabajo en el proyecto europeo Freilot.
Los resultados del trabajo se han plasmado en dos experiencias piloto. La primera, la reserva de plazas de carga y descarga. Esta medida tiene como ventaja que descongestiona el tráfico al reducir los trayectos (el transportista ya no da vueltas en busca de una plaza libre) y facilitar el aparcamiento. Como consecuencia de ella, se reduce el consumo de carburante y sus respectivas emisiones. Además, la reserva previa supone también la reducción de las dobles filas que ralentizan la circulación.
El segundo piloto, orientado al estudio de los flujos de mercancías en la ciudad, ha permitido poner en marcha los denominados “carriles multiusos”. Se trata de vías que cambian de uso en función de la hora, de modo que por la mañana pueden destinarse a plazas de reparto, a mediodía a la circulación rodada, y, por la noche, a plazas de aparcamiento para residentes.
En el proyecto han participado, además del Ayuntamiento de Bilbao, el Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi, y las empresas Azkar, Gertek y Nanuk. A ellas se han sumado más de un centenar de transportistas que han utilizado el sistema para mejorar sus flujos de reparto.
El proyecto Freilot ha recibido en mayo el Premio Nacional al Mejor Proyecto de Transporte de Mercancías. Su objetivo final es desarrollar un modelo eficiente de reparto urbano, exportable a ciudades de tamaño medio, mejorando el tráfico y disminuyendo hasta un 25% las emisiones de Co2. De hecho, el transporte de mercancías representa un 47% del consumo de carburante destinado al transporte.