Celsa inauguró el pasado 30 de octubre en su complejo industrial en Barcelona una instalación de carga en caliente que permite un ahorro anual de 96 Gwh en gas natural, equivalente al consumo de una ciudad de 100 mil habitantes al año, y una reducción de emisiones de CO2. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo y el Institut Catala d’Energia (ICAEN) han participado en la financiación de esta nueva instalación, que ha supuesto una inversión de 6 millones de euros.
La instalación, cuya construcción ha tenido una duración de más de un año, cuenta con un sistema de carga que permite que las barras de acero de la acería (palanquillas) puedan ser cargadas directamente en caliente a la siguiente fase del proceso productivo (horno de laminación). Con este nuevo método es posible realizar la carga de las palanquillas directamente con una temperatura de entre 850–900 grados y, por lo tanto, se requiere un proceso de calentamiento notablemente menor y un consecuente ahorro en energía y emisiones de CO2.
La instalación, que produce barras de corrugado, liso, alambrón y alambre para los mercados internacionales, supone una importante mejora de productividad y competitividad, al reducirse significativamente el tiempo de permanencia del producto en el interior del horno y por lo tanto, el tiempo de fabricación.
Francesc Rubiralta, presidente de Celsa Group, destacó durante el evento que “con esta inversión la compañía incrementa la eficiencia energética y la competitividad de sus instalaciones”. Además subrayó que el proyecto “viene a reforzar el compromiso del Celsa Group con la protección y mejora del Medio Ambiente”. En este sentido, señaló además que “el proceso productivo del acero utilizado en todas las plantas del Grupo destaca por sus valores ecológicos y capacidad de reciclaje frente a otras tecnologías”.
Compromiso con el medioambiente
Celsa Group ha visto en el proceso de producción del acero a partir de chatarra una oportunidad de reciclar y proteger el medio ambiente y los recursos naturales, ya que utiliza fundamentalmente materiales 100% reciclados. El proceso de producción de acero de horno eléctrico, el más sostenible del sector, convierte a Celsa Group en el primer reciclador industrial de España.
A través de sus acerías en todo el mundo se reciclan anualmente más de diez millones de toneladas de chatarra, equivalente a fundir una fila de coches que iría desde Barcelona a Tokio (50.000 km). Cuatro millones de toneladas de esta chatarra férrica se reciclan en sus instalaciones españolas.
La compañía cubre el ciclo completo de reciclaje del acero, desde la separación y recuperación de la chatarra hasta su transformación en un producto nuevo de alta calidad. Los residuos que pueden generarse de este proceso productivo también son valorizados en el 100%.
Desde enero de 2011, el grupo cuenta con cuatro acerías de la industria mundial con la certificación EMAS (Eco-Management and Audit Scheme o Reglamento Comunitario de Ecogestión), el reconocimiento internacional en sostenibilidad más exigente a nivel medioambiental.