La consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, aseguró recientemente que el acceso ferroviario a los puertos «es fundamental en nuestra política territorial». Además dijo que el Corredor Mediterráneo es «una ocasión única para la revitalización económica de la fachada mediterránea y, con ella, de buena parte de la península».
Así lo aseguró Isabel Bonig en la conferencia que ofreció bajo el título «Influencia-integración puerto-ciudad» en la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, dentro del seminario «El Mar, Derecho y Empresa».
La Consellera manifestó que la Generalitat, consciente de las crecientes necesidades de conectividad de los puertos como una infraestructura de primer orden, considera fundamental que estén comunicados con los nodos de comunicación y transporte y sus respectivas redes viaria, ferroviaria, energética aeroportuaria… a lo largo de toda la Comunitat. De ahí de la creación en 2011 de la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana, cuyo objetivo es «lograr que la Comunitat escale posiciones entre las regiones europeas y nos acerque cada vez más a los estándares del centro y el norte continental, sin perder por ello las ventajas de nuestra vida mediterránea».
Bonig comentó que la magnífica ubicación de la Comunitat en el Mediterráneo occidental explica que el puerto de Valencia sea el primero del Mediterráneo en tráfico de contenedores desde 2008, el quinto de Europa y el número treinta a nivel mundial.
Mejora de la red ferroviaria de mercancías
Sin embargo, lamentó la situación actual de las comunicaciones ferroviarias para el transporte de mercancías. «Las mercancías llegan a los puertos valencianos, pero desde ahí han de distribuirse a través de infraestructuras lineales al resto de la península y el continente. Podemos decir que, gracias al esfuerzo inversor de las Administraciones, la Comunitat cuenta con buenas conexiones por carreteras entre los puertos de interés general del Estado y la península. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de la red ferroviaria».
Y así lo demuestran los datos: en estos momentos el transporte ferroviario de mercancías en España se sitúa en torno al 3% mientras la media europea está en el 17%. «Una situación que hay que corregir y a la que se une el diferente ancho de vía ferroviaria en España y en el resto de Europa», comentó. De ahí que sea esencial disponer en cuanto antes del Corredor Meditarráneo, una red ferroviaria que conecte en ancho internacional los puertos de la Comunitat y de la fachada mediterránea con el resto de Europa.
La Consellera explicó que la posición de la Comunitat en defensa del Corredor Mediterráneo «viene cargada de razones»: discurre por cuatro comunidades autónomas, engloba la mitad de la población española, casi la mitad del PIB o el 60% de las exportaciones a Europa. Desde el vista portuario, en la fachada marítima se ubica: cuatro de los cinco puertos españoles con mayor tráfico (Algeciras, Valencia, Tarragona y Barcelona) y los tres puertos con mayor tráfico de contenedores, lo que representa el 65% del tráfico portuario.
Por ello, la Conselleria de Infraestructuras trabaja en un proyecto para la implantación del ancho internacional a partir de la plataforma ferroviaria ya existente, conocido como el tercer carril, que con un coste relativamente reducido y rapidez en su tramitación y ejecución, se puede contar en pocos años con una primera fase del Corredor Mediterráneo de mercancías.
Este estudio del tercer carril fue remitido al Ministerio de Fomento, que lo estudió y asumió y hace unos días comenzaban las obras con el compromiso adquirido del Gobierno Central de que los puertos de Castellón y Valencia estén conectados con las red ferroviaria en ancho europeo en 2015 y el de Alicante en 2016.
Por otra parte, junto al Corredor, la Generalitat también trabaja en otras conexiones ferroviarias que tienen un interés estratégico. Es el caso de la línea Sagunto-Teruel-Zaragoza.
Sin embargo, Bonig recalcó que el transporte de mercancías por ferrocarril necesita otros aspectos: un cambio normativo que determine un marco jurídico estable y la creación de plataformas que permitan concentrar la carga que requieren los ferrocarriles y la utilización del «Ferroutage», es decir, la carga de camiones sin cabeza tractora en ferrocarril para su posterior traslado por carretera al destino.
En este punto es clave la logística porque, según Bonig, «no se trata sólo de que las mercancías lleguen y salgan por los puertos valencianos, sino de que parte de esas mercancías puedan ser gestionadas en instalaciones de nuestra Comunitat y que en ellas se les añada valor antes de ser enviadas a otros lugares».
«Ese valor añadido ha de traducirse en instalaciones logísticas, empresas y puestos de trabajo y en ello trabajamos desde la Comunitat, para crear una red de nodos logísticos aprovechando nuestra situación geográfica estratégica y poder convertirnos en la puerta Sur de Europa», concluyó.