El aeropuerto de Córdoba, que cuenta con una nueva pista de aterrizaje desde finales de julio en la que pueden aterrizar aviones de pasaje como los Airbus 320, sigue sin atraer el interés de las compañías aéreas por operar en estas instalaciones.
Según publican diversos medios generales y locales, en el Aeropuerto de Córdoba se han invertido unos 50 millones de euros –otras fuentes indican que han sido 100 millones de euros–, pero en estas instalaciones sólo aterrizaron en 2012 un centenar de vuelos destinados a labores sanitarias de trasplante de órganos, lo cual supuso un incremento del 11,6% en relación a 2011.
La actividad del aeródromo cordobés, incluido en la red de Aena, se limita pues a los vuelos de avionetas privadas, parapentes, aviones del Infoca y operaciones de los jets o helicópteros del servicio nacional de transplantes, y continua a la espera de recibir vuelos regulares o charters con pasajeros.
La inversión materializada en este aeropuerto se ha destinado a actuaciones como la construcción de una nueva terminal de pasajeros de 4.800 m2 y aparcamientos, así como un edifico terminal para Aviación de 700 m2 y una central eléctrica, como se refleja en el Plan Director aprobado en 2011.
Un estudio de las universidades de Castilla-La Mancha y de Zaragoza hecho en 2007 ponía de manifiesto que el aeropuerto de Córdoba tenía potencial para recibir un millón de pasajeros al año, aunque el año pasado sólo recibió a menos de 10.000.