El martes 20 de febrero, una delegación del CETMO encabezada por su director general Óscar Oliver, viajó a la sede de Naciones Unidas en Ginebra en el marco de la 80ª sesión del Comité de Transporte Interior. Dentro de este comité, el CETMO participó en el segmento dedicado a la «Intermodalidad: la clave del transporte y la movilidad sostenibles».
La intervención del CETMO se basó en la aportación de datos y conclusiones que evidencian no sólo la necesidad de terminar el Corredor Mediterráneo, sino de dotarlo de una continuación lógica en su ámbito regional por la parte sur, como es el Magreb.
Principales aspectos tratados
El Magreb tiene en los países europeos del Mediterráneo Occidental (Portugal, España, Francia, Italia y Malta) como sus principales socios comerciales. El 40% de sus exportaciones van a parar a estos países, de los que también reciben el 28% de sus importaciones. Debido a este hecho, se pone de manifiesto que la preservación de los vínculos entre las dos orillas del Mediterráneo es un factor clave para la región.
La creación de nuevas infraestructuras es un elemento necesario para el desarrollo del comercio de la región. A pesar de ello, el nivel de consecución de éstas en las dos orillas del Mediterráneo es muy desigual. Es por este motivo que el CETMO trabaja para la creación del Corredor Multimodal transmagrebí, que supondría una prolongación natural al Corredor Mediterráneo en su vertiente sur, así como un elemento de cohesión territorial y comercial que beneficiará a toda la región.
Actualmente el Corredor Multimodal transmagrebí necesitaría la construcción o modernización del 36% de la red de carreteras, el 88% de la red ferroviaria (tanto de pasajeros como de mercancías), 5 puertos y 13 plataformas logísticas. Se estima que el coste de terminar el Corredor Multimodal transmagrebí sería de unos 71.800 millones de euros.
La formación también se considera un elemento vital para asegurar el funcionamiento eficiente de la red y su intermodalidad. Por lo tanto, son convenientes intercambios de conocimientos y de buenas prácticas entre los expertos de los países de la región.
En definitiva, el CETMO trasladó la necesidad de no limitar el Corredor Mediterráneo a los países europeos, sino de complementarlo con un alargamiento por el Magreb que constituya una red de transporte realmente mediterráneo. Para llegar a este objetivo son imprescindibles el desarrollo de las infraestructuras que hagan posibles estas conexiones, así como la formación específica de los expertos para su correcto funcionamiento.
El Comité de Transporte Interior (ITC), del que el CETMO es observador permanente, es el órgano de formulación de políticas más elevado de la UNECE en el ámbito del transporte. Durante los últimos 70 años, junto con sus órganos subsidiarios, el ITC ha funcionado como un foro intergubernamental paneuropeo, en el que los países miembros de la UNECE se han unido para forjar herramientas de cooperación económica y negociar y adoptar instrumentos jurídicos internacionales sobre transporte terrestre.
Estos instrumentos jurídicos se consideran indispensables para desarrollar sistemas de transporte paneuropeos eficientes, armonizados e integrados, seguros y sostenibles.