El portacontenedores “Hanjin Casablanca”, que atracó ayer martes a las 18:27 horas en lo que tenía que ser su primera escala operativa en la terminal TTIA, tuvo que abandonar el puerto de Algeciras sin poder proceder a la descarga de contenedores debido a la no asistencia de los estibadores que habían sido llamados por TTIA.
Según un comunicado emitido por Total Terminal International Algeciras a última hora del mismo martes, las diferencias de criterio existentes entre la parte empresarial y el colectivo de la estiba “se centran sobre quién tiene la capacidad para decidir la organización de los medios, así como la composición de los equipos de trabajo en la nueva terminal semiautomatizada de TTIA”.
Desde TTIA señalan que “estas circunstancias cuestionan el logro que para toda la comunidad portuaria de Algeciras supone la puesta en marcha de la nueva terminal. El arranque de este proyecto ha sido posible gracias al esfuerzo inversor liderado por la Autoridad Portuaria y materializado por Hanjin Shipping, quien ha apostado por el Puerto de Algeciras como hub de distribución del tráfico de contenedores en el sur de Europa, en detrimento de otras alternativas portuarias existentes dentro y fuera de España, atrayendo a este puerto el interés y la oferta de una pluralidad de nuevas navieras de gran peso internacional, como Cosco, “K” Lines, Ynag Ming y UASC.
El comunicado sigue diciendo que “en la toma de decisión de Hanjin Shipping de apostar por el puerto de Algeciras ha jugado un papel muy importante el compromiso verbal y escrito, previo a la inversión, de los representantes sindicales de la estiba del puerto de Algeciras, en el cual se aceptaba la semiautomatización de la terminal y que hacía viable este proyecto”. Asimismo, TTIA manifiesta que “se presentó a la parte sindical el modelo operativo y la composición de mano requerida en varios encuentros desde el pasado febrero de 2009”. Desde TTIA señalan que se han encontrado “con el rechazo por la parte sindical a menos de una semana de la operativa” y que ahora la parte sindical “cuestiona un modelo operativo simple y fiable que redunda en la eficiencia y seguridad de las operaciones».