El uso de la factura electrónica en el sector postal y de mensajería español es, por el momento, escaso. No obstante, se prevé que aumente en un futuro con el auge del comercio en línea.
Según el Estudio sobre el uso de la Factura Electrónica en España 2017-2018, elaborado por SERES, las empresas del sector postal y mensajería emitieron el 0% de las facturas electrónicas y recibieron el 0% sobre un total de 181.884.086 documentos emitidos y recibidos.
“Esta baja participación – explica Alberto Redondo, director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM – llama la atención porque se trata de un sector en alza debido al auge del e-commerce. Sin embargo, se prevé que las empresas del sector comiencen a apostar por la e-factura por diferentes motivos, entre ellos por la seguridad que ofrece la factura electrónica”.
Total Nacional
De acuerdo con el estudio, el número de facturas electrónicas procesadas en 2018 en España ascendió a 181.884.086 documentos, un 14,92% más que en 2017, según el Estudio SERES de Implantación de la Factura Electrónica en España 2017-2018.
Según el informe, gracias al uso de la factura electrónica, las empresas españolas se ahorraron en 2018 algo más de 900 millones de euros en la gestión de las facturas recibidas y 511 millones de euros en la gestión de las facturas emitidas. También se ahorraron 662.145 horas en la tramitación de las facturas recibidas y 106.963 horas en las emitidas, además de reducir de manera significativa el impacto medioambiental derivado de la eliminación del uso de papel.
Quién usa la factura electrónica
Por sectores
Por sectores, es el sector Servicios el que sigue liderando, con un 55,92% en emisión y un 58,45% en recepción, el mercado. Le sigue la Industria, con el 41,80% de empresas en emisión y el 36,68% en recepción, el sector Primario, con el 3,06% de empresas emisoras y el 3,21% de empresa receptoras y otras actividades con el 0,71% en emisión y el 1,66% en recepción.
Por tamaño de empresa
Por tipo de empresas, son las de mediano tamaño las que emiten más facturas, el 45,48%, seguidas por las grandes empresas, el 22,48, las pequeñas, el 23,80% y las micro empresas, con el 8,24%. En recepción de facturas, las que más reciben son las medianas empresas con el 37,57% de las facturas, seguidas por las pequeñas empresas con el 26,17%, las grandes con el 24,48% y las microempresas, con el 11,78%.
La implantación del Suministro Inmediato de Información (SII) – el IVA online – en las Comunidades Forales – País vasco y Navarra – en enero de 2018 ha impulsado el uso de la factura electrónica en estos territorios, favoreciendo la transformación de los procesos internos de muchas empresas transformen sus procesos internos que vean en la factura electrónica un gran aliado para cumplir con la obligación.
Por su parte, la obligatoriedad de la factura electrónica para los subcontratistas de las AAPP ha tenido sus efectos y los seguirá teniendo en el futuro, como se aprecia el incremento de uso de la factura electrónica registrado en las operaciones B2G. La evolución de la normativa de facturación electrónica a las Administraciones Públicas – en vigor desde 2015 – ha dado lugar, en 2018, a la obligatoriedad de uso de la factura electrónica para los subcontratistas del Estado.
“En los últimos años – comenta Alberto Redondo, director de Marketing de SERES para Iberia y LATAM – asistimos a un fuerte crecimiento orgánico de la factura electrónica entre las empresas españolas, que va amplificando su capilaridad geográfica y sectorial”. Un crecimiento que, según Redondo, mantienen las tendencias. “Las medianas empresas siguen siendo el colectivo de usuarios de e-factura más importante y, al mismo ritmo, con menor escala, sigue creciendo el número de grandes y medianas empresas usuarias.
2019, nuevo punto de inflexión
A pesar de la contracción del crecimiento económico en la zona euro, todo parece indicar que 2019 será un año muy importante para la universalización de la factura electrónica en la UE. El nuevo estándar europeo de factura electrónica es obligatorio en las relaciones B2G desde el 18 de abril de 2019, para todos los Estados Miembros de la Unión Europea. Las primeras iniciativas nacionales, que apuntan a una obligatoriedad general del uso de la e-factura, serán el espaldarazo definitivo a la desmaterialización de la factura y al impulso del intercambio electrónico de otros documentos.