El Club del Transitario Marítimo organizó un nuevo encuentro, siendo la invitada Mar Isla, Doctora en Económicas. El objetivo de la reunión fue conocer su punto de vista sobre el presente y el futuro del tejido industrial de Catalunya y España.
El tema es de interés para los transitarios ya que éstos son quienes organizan los transportes y mueven las mercancías; y de la producción de éstas depende, al menos en la exportación, el presente y el futuro de su actividad.
Mar Isla expuso con rigor y calidad su punto de vista y de su intervención, desde el Club del Transitario Marítimo señalan lo siguiente:
“Efectivamente, parece que aquella actitud prepotente de los de los países industrializados que podría resumirse en la frase: ‘Que produzcan ellos, nosotros seguiremos inventando’, ha pasado a mejor vida: ciertamente, se debe seguir inventando, pero la deslocalización ya no es la panacea. Y, de hecho, la producción industrial vuelve, poco a poco, a sus orígenes.
España y Catalunya siguen este perfil de re-industrialización pero mucho más lentamente por una serie de causas, entre las que se pueden destacar:
- La reindustrialización no supone volver a producir como antes, sino que las empresas industriales deben redimensionarse, haciéndose más grandes, y acomodarse a un a una nueva forma de producción mucho más tecnológica, basada en una gran inversión en I+D, en la profesionalidad y conocimientos de los mandos intermedios y en la formación continuada del personal. En la medida en que estas condiciones se cumplan, España y Catalunya estarán o pueden estar en primera línea de esta re-industrialización; si no se cumplen, los objetivos no se cumplirán.
- Redimensionar las empresas está en manos de los empresarios por la vía de la integración, la fusión o meros acuerdos comerciales de colaboración (joint-venture). Sin embargo, no parece fácil que los empresarios abandonen viejos perjuicios y miedos al hecho de tener que compartir o ceder el poder en sus empresas. Es una cuestión histórica, de orgullo, o de desconfianza, aspectos especialmente sólidos en Catalunya. Para el empresario es más fácil vender la empresa que llegar a un acuerdo con su competencia para devenir una gran empresa en la que conservaría mucho, poco o algo del poder que tenía en la suya; no parece esta vía interesarle.
- De forma errónea se condiciona la inversión en I+D a la capacidad de inversión o a la solidez de la cuenta de resultados; en la medida en que esos recursos no se tengan a mano, la inversión en I+D se relega a un segundo plano. En cualquier caso, la tasa de inversión en I+D de las empresas españolas es mínima. El obtuso tratamiento fiscal de este gasto, no abona hacia su prosecución.
- La formación de los mandos intermedios es una de las asignaturas pendientes del país. La estructura social de la enseñanza ha promovido los estudios de mayor prestigio en vez de aquellos que la industria –y la sociedad– pudiere necesitar –y asumir. El resultado es lamentable. A pesar de los esfuerzos de la Administraciones y de las propias empresas, tampoco la formación del personal ha sido y es exitosa: faltan incentivos laborales y fiscales para las empresas, y rigor y control de las actividades que la propia Administración desarrolla o debería desarrollar. Tampoco, pues, para tirar cohetes.
En resumen, se aprecia una lenta re-industrialización de los países más desarrollados. Pero así como algunos países están preparados para asumir los cambios que la nueva producción industrial demanda, en otros –entre ellos el nuestro– está por ver si la Administración y los empresarios industriales harán esos esfuerzos. Incertidumbre, como siempre.
Mar Isla insistió en la necesidad de hacer empresas más grandes y animó –y así se postuló– para reflexionar conjuntamente con quienes estén convencidos de esa necesidad.
Al término del encuentro, el Presidente del Club, Jaume Altisent agradeció, en nombre de todos los socios, la clara y precisa exposición de Mar Isla y le hizo entrega de la metopa del Club.