El último informe SILMAR, que evalúa el estado ecológico de los fondos marinos de la costa catalana, muestra un preocupante deterioro del medio litoral en Catalunya y alerta de peligros como el aumento de la temperatura debido al cambio climático y la presencia de especies invasoras. De los 17 puntos evaluados, hay tres que suspenden y ocho más que constatan signos de deterioro. La Fundación Mar, autora del estudio, reclama medidas urgentes a las administraciones públicas y la implicación del sector privado para revertir la situación.
El informe pone de manifiesto que el aumento de la temperatura de las aguas y la presencia de especies invasoras «pueden afectar gravemente a la supervivencia de especies endémicas del Mediterráneo como el coral madreporarios», explica Xavier Salvador, coordinador del proyecto SILMAR. En general, casi todas las estaciones SILMAR encargadas de evaluar el medio aprueban en las notas que otorga el informe pero «hay una reducción generalizada de las puntuaciones. Son preocupantes los datos de la estación del Puente del Petróleo, en Badalona, por las muchas basuras y suciedad y presencia de especies invasoras detectadas», argumenta Salvador. Por otro lado, el estado de conservación del fondo marino de Cala de Aiguafreda, en Begur, sigue siendo crítico al igual que el de Punta Romaní, en L’Escala. Estas son las tres estaciones que el estudio suspende de las 17 analizadas en Catalunya.
El informe denuncia la pérdida de calidad de la biodiversidad y de los fondos marinos, lo que se detecta en especies como el coral blanco y el coral naranja o bien en la Posidonia oceánica, planta marina de importancia capital para la calidad del ecosistema litoral. A esto hay que añadir la falta de inversión pública en acciones de conservación y vigilancia de las zonas marinas protegidas. Es por ello que la Fundación Mar reclama «una estrategia de futuro de todos los agentes implicados en el uso, gestión y preservación de los activos del mar» y también «inversiones en conservación en las empresas privadas y que éstas se vean beneficiadas a nivel fiscal», comenta Miquel Ventura, su director. También propone la creación de las Zonas Marinas para el Bioconocimiento (ZMB) para garantizar la conservación de la Red Natura 2000 Marina como la que se está impulsando con el Ayuntamiento de Sant Feliu de Guíxols.
Las causas de los peligros ecológicos del litoral catalán denunciados por el informe varían en función de la demarcación.
En Girona, el estudio atribuye el deterioro del medio y fondos marinos en la afluencia turística de la zona, el anclaje libre, la presión pesquera y la presencia excesiva de buzos.
En Barcelona, el desgaste de los ecosistemas marinos procede de la contaminación de la actividad de la gran ciudad y su conurbación y del uso intenso de las infraestructuras de movilidad como los buques mercantes, así como de la presencia de especies foráneas.
En Tarragona, el problema se centra en el impacto de la intensa movilidad mercante y petroquímica de los grandes buques en el Puerto de Tarragona y la presencia de puertos deportivos y pesqueros.
Las notas del informe, que hace el seguimiento de las estaciones durante un año, recogen datos como el seguimiento de bioindicadores, la recuperación del lugar, la implicación a nivel local y, desde este año, la inversión en conservación.
Cinco años del proyecto SILMAR
El proyecto SILMAR se creó en el año 2009 impulsado por la Fundación Mar con la colaboración de la Fundación Biodiversidad y el objetivo de «diagnosticar de manera permanente el estado ambiental y ecológico de litoral español y proponer medidas de conservación basadas en la acción de las comunidades locales». En su quinto año de funcionamiento se ha logrado consolidar, mantener y mejorar la actividad de las 20 estaciones de control, 17 en Catalunya y 3 en Baleares. A lo largo de este nuevo período 2014-2015 se prevé abrir dos más en el Delta del Ebro, una en Vilanova i la Geltrú y una más en el parque del Montgrí, Medes y Baix Ter. El objetivo es obtener un análisis representativo, permanente y riguroso de la evolución del medio marino litoral en el Estado y establecer medidas correctoras y acciones para promover su conservación activa con el apoyo de la sociedad civil, las empresas y las instituciones públicas.
Estos análisis se realizan gracias a la colaboración de más de 90 voluntarios que participan en las tareas de control y seguimiento aportando datos permanentes durante nueve meses al año, de marzo a noviembre, periodo en el que se pueden realizar mejor las inmersiones. En esta tarea es imprescindible colaboración de los ayuntamientos con algunos de los cuales se han firmado convenios de colaboración con dotación presupuestaria para ayudar a cubrir los gastos de los estudios de seguimiento. Además, el proyecto SILMAR cuenta con la colaboración de la Obra Social de La Caixa y las empresas Fluidra, Hipra, Moventia, Unial Grup y Mares.
A medio plazo el proyecto SILMAR tiene la voluntad de extenderse por todo el litoral español con la instauración de 60 estaciones de control que funcionen en red de manera permanente con el apoyo y supervisión de la Fundación Mar y de centros de investigación y universidades de todo el estado. El proyecto SILMAR está basado en la implicación activa de las comunidades locales, una premisa imprescindible para una conservación duradera que la UNESCO promueve desde los años 80 y que la Unión Europea está impulsando en el marco de la Estrategia Europea de la Gestión Integrada de las zonas costeras.