Carlos Martínez – Campo
Director Martínez – Campo & Hertzog
Como Head Hunters de ejecutivos expertos en tráfico marítimo, frecuentemente observamos que los candidatos tienen un escaso conocimiento del tráfico marítimo en régimen tramp, a excepción de los que han cursado un master en Shipping Business o un estudio similar.
Como todos sabemos, los buques mercantes de línea regular son generalmente buques que transportan únicamente contenedores cargados con las mercancías de los remitentes, o cargadores, unos en régimen de FCL, o de carga completa y otros en LCL, o consolidado, cargados con partidas de diferentes exportadores para distintos destinatarios. Teniendo en cuenta que un buque puede llevar más de 10.000 TEU’s, o unidades de 20 pies, es difícil calcular el número de distintos destinatarios de las mercaderías que transportan, además de no recalar en un solo puerto, sino en muchos y en diferentes países a lo largo de sus singladuras, previamente determinadas y de obligado seguimiento, en los que un Shipping Agent, o Consignatario, se ocupa de todos los trámites técnicos y económicos del buque en puerto, cumpliendo con las normativas y tarifas aprobadas por la Conferencia Internacional de Fletes.
En cambio, el sistema de transporte marítimo “Tramp” es todo lo contrario a las líneas marítimas regulares, pues no tiene que ceñirse a un determinado programa de itinerario entre los distintos puertos del mundo, sino que se rige por el mercado de cargas, concentrándose en negocios de transporte de alta rentabilidad. Las condiciones de transporte convenidas se establecen en un contrato llamado “Charterparty” o Póliza de Fletamento.
Los buques fletados en Tramp toman cargas homogéneas de un solo remitente y un solo destinatario, para uno o varios viajes, entre puertos de embarque y entrega previamente convenidos, transportando mercancías a granel, cereales, soja, carbón, madera, cemento, potasa, fosfatos, hidrocarburos, minería y siderurgia, entre otros. También se fletan buques en Tramp para el transporte de instalaciones completas de plantas llave en mano, montaje de vehículos, productos químicos, acererías, cementeras, entre dos puertos, el de embarque y el de destino.
A diferencia de los buques de línea regular, los buques Tramp no disponen de consignatarios fijos en los distintos puertos precisamente porque no se conoce a priori en qué puertos deberán embarcar las mercancías o los de entrega en su destino.
Los modernos sistemas de comunicación permiten negociar condiciones y cerrar fletamentos a través del fax, e-mail o teléfono pero, para lograr la consecución de los negocios, en muchas ocasiones es necesario el contacto personal para conseguir cerrar en condiciones rentables.
Por eso, aunque el Responsable de Tramp de una determinada empresa o Broker, tenga su base de operaciones en Barcelona, Londres, París o Rótterdam, las funciones y cometidos implican una gran parte del tiempo viajando por varios países y continentes para negociar personalmente con los armadores y cargadores, o con los destinatarios.
El Responsable de Tramp debe conocer en profundidad el mercado de fletes, tarifas y condiciones de fletamentos, armadores, tráficos, clientes y competencia, cláusulas del Charterparty y del seguro, problemática de abanderamiento del buque según los países de origen y destino y, en general, contar con experiencia práctica de varios años cerrando fletamentos., además de dominio absoluto del idioma inglés.