
El pasado 13 de febrero, la Directora General de Royal Caribbean para España y Francia, Belén Wangüemert, explicaba con detalle cómo va a ser la llegada del crucero más grande del mundo, el “Allure of the Seas” al puerto de Barcelona.
Según Wangüemert, Royal Caribbean apuesta firmemente por Barcelona desde el año 1996 porque tiene “unas buenas infraestructuras portuarias y también conexiones internacionales”, a lo que se suma “el atractivo turístico de la capital catalana que permiten a Royal Caribbean promocionar sus cruceros”.
Así pues, Barcelona será el primer puerto europeo que acogerá la escala del “Allure of the Seas”, el crucero más grande del mundo gracias a sus 361 metros de eslora y a sus 225.000 toneladas de peso que le permiten alojar a 6.318 personas.
Como puerto base de esta nave, Barcelona recibirá en 2015 a unos 158.000 pasajeros del “Allure of the Seas”, dado que el crucero realizará 25 salidas, utilizando para ello simultáneamente dos de las terminales del enclave, la B y la C, garantizándose así la comodidad y la agilidad en el embarque y desembarque de cruceristas.
El barco, de la clase Oasis y gemelo del “Oasis of the Seas”, que este año también visitará la capital catalana, hará en Barcelona su primera visita a un puerto europeo, dado que hasta el momento ha operado exclusivamente en el Caribe, donde tiene Fort Lauderdale como puerto base.

Belén Wangüemert también destacó el gran impulso que la llegada de un barco de este tipo representa para el sector turístico y para los negocios vinculados directamente con la actividad crucerística (servicios portuarios y aprovisionamiento de todo tipo), dado que se prevé que pasen por el Port de Barcelona en las operaciones de turnaround del barco (inicio y final del itinerario) unos 158.000 pasajeros que harán una aportación económica a la ciudad de 17,5 millones de euros. Esta estimación –calculada en base a la última edición del estudio de Turismo de Barcelona, que fija en 113 euros la media de gasto de los cruceristas en turnaround– no es el único impacto que tendrá el “Allure of the Seas” en el economía local, ya que la generación de riqueza también incluye el negocio motivado por el aprovisionamiento del barco (alimentos, carburante, agua y todo tipo de productos de consumo); servicios y tasas portuarias, y también hay que tener en cuenta el beneficio turístico de desplazar pasajeros de todo el mundo hasta Barcelona o la repercusión de imagen que tendrá para la capital catalana.
La responsable de Royal Caribbean en España afirmó que el “Allure of the Seas” destaca no sólo por su dimensión –equivalente a más de tres campos de fútbol o tres manzanas del Eixample– sino por su elevado grado de innovación y la extensa oferta de actividades, que incluye un parque natural con más de 12.000 plantas naturales, un anfiteatro acuático al aire libre y una playa-piscina a alta mar.
«La elección de Barcelona como base del “Allure of the Seas” durante toda la temporada de 2015 es un reto para la gran dimensión de las operativas que este barco llevará a cabo, pero también contribuye a consolidar el liderazgo europeo y mediterráneo de la capital catalana en materia de cruceros», manifestó el presidente del Port de Barcelona, Sixte Cambra.
Barcelona, el puerto mejor equipado del Mediterráneo
Sixte Cambra puso de manifiesto que Barcelona es el único puerto del Mediterráneo con instalaciones adecuadas para facilitar operativas de grandes dimensiones como las del “Allure of the Seas”, que concentrarán a diario más de 12.000 pasajeros (6.300 de embarque y 6.300 de desembarque). Para garantizar la máxima eficiencia y agilidad de las operaciones, está previsto que dos terminales (la B y la C, gestionadas por Creuers del Port de Barcelona y situadas en el muelle Adosado) den servicio simultáneamente al barco de Royal Caribbean.

El presidente del Port también quiso destacar que el enclave catalán está preparado para acoger estas operativas gracias a las inversiones en infraestructuras realizadas en los últimos años por el Port y los operadores privados (valoradas en más de 100 millones de euros), pero también por la profesionalidad de la Comunidad Portuaria y todos los agentes vinculados a la industria de cruceros de la ciudad. «Las terminales internacionales de cruceros del Port de Barcelona son especialmente funcionales y se han concebido para adaptarse a las necesidades del mercado en cuanto a las dimensiones y capacidad de los buques. Por tanto, están perfectamente equipadas para manejar grandes dispositivos de embarque y desembarque con un alto nivel de seguridad y eficiencia», añadió.
Cabe destacar que este año el día de máxima afluencia de pasajeros será el 18 de mayo, con la llegada al puerto de 31.534 turistas. El fin de semana con mayor presencia de cruceristas se dará entre los días 12 y 14 de septiembre, cuando pasarán por la infraestructura catalana más de 57.700 viajeros. En cuanto al número de escalas de cruceros, se prevé que a lo largo de este año se realicen entre 780 y 800, cifras que consolidan el crecimiento experimentado durante los últimos años.
El año pasado el Port de Barcelona recibió un total de 2,6 millones de pasajeros, lo que supuso un incremento del 8% respecto 2012, igualando el récord histórico alcanzado en 2011. Casi el 60 % de los cruceristas fueron de turnaround, es decir, iniciaron y/o finalizaron su trayecto en la ciudad. Esta modalidad de pasajero es la que hace una aportación económica más elevada a la ciudad, ya que su gasto (principalmente en hoteles, restauración , tiendas y transporte) es más elevada.
Royal Caribbean y el Port de Barcelona
La llegada del “Allure of the Seas” a Barcelona está prevista para mayo de 2015, donde estará operando hasta mediados del mes de octubre. Durante este tiempo realizará un crucero corto y 22 salidas de 7 noches con itinerarios que incluirán la visita a los puertos de Palma de Mallorca, Marsella, La Spezia (Florencia-Pisa), Civitavecchia (Roma) y Nápoles. Además también hará los dos viajes transatlánticos a principio y final de temporada.
Royal Caribbean opera en el Port de Barcelona desde el año 1996, cuando la naviera llevó el crucero “Splendour of the Seas”. Como recordó Belén Wangüemert, durante 18 años las mejores naves de la flota de Royal Caribbean han tenido la base en la ciudad o han hecho escala: «La llegada del Oasis y del Allure of the Seas confirman nuestro compromiso por la capital catalana, que se consolida como un puerto clave para Royal Caribbean», añadió. Y para Sixte Cambra, esta es una “gran noticia”, ya que “consolida la posición de Barcelona como puerto líder en cruceros del Mediterráneo y de Europa y demuestra la firme apuesta de Royal Caribbean por nuestra ciudad y nuestro puerto”.
El «Allure of the Seas», también en Palma de Mallorca

Palma será el próximo año una de las escalas del barco de cruceros más grande del mundo, el Allure of the Seas. El barco realizará en 2015 un total de 22 escalas en Palma.
“La elección de Palma como puerto de escala del barco más grande del mundo supone, además de una gran satisfacción, un reconocimiento al esfuerzo inversor y de promoción que estamos realizando desde la Autoridad Portuaria de Baleares”, manifestó su presidente, Alberto Pons, en rueda de prensa.
Por su parte Belén Wangüemert indicó que los 139.000 pasajeros que se prevé que pasen por el puerto de Palma realizarán una aportación económica a la ciudad de más de 8 millones de euros a los que hay que sumar el casi medio millón de euros que dejará la tripulación.
Y según Mateo Isern, alcalde de Palma de Mallorca, “gracias a la infraestructura del puerto de Palma y al cambio que ha experimentado la ciudad, Palma se ha convertido en un destino muy atractivo para el turismo de cruceros, una capital de referencia en el Mediterráneo, tal como confirma la decisión estratégica de Royal Caribbean de apostar por nuestra ciudad”. Isern añadió que “Palma lo tiene todo ya que cuenta con una oferta puntera, de calidad, imaginativa y diferenciada los 365 días del año”.