En la última reunión de la Comisión Marítima de FETEIA-OLTse comentó la Declaración de Montevideo emitida sobre las Reglas de Rotterdam, por la que se solicita a los Estados que no ratifiquen las mismas por la deficiente técnica legislativa utilizada, y los inconvenientes operativos que se pueden generar para el comercio exterior a nivel mundial.
La Comisión Marítima de FETEIA-OLT no comparte el contenido y los motivos de la referida Declaración, considerando que las Reglas de Rotterdam para los Transitarios españoles son favorables, entre otros motivos por los siguientes:
- La responsabilidad, establecida de forma categórica, de los Consignatarios de Buques por los daños, retrasos o averías ocurridos en el curso del transporte marítimo, en estricta coincidencia con la jurisprudencia del Tribunal Supremo que en sus últimas Sentencias, ha calificando su participación como de responsabilidad «legal y directa» que legitima al titular de la mercancía dañada para reclamar, con independencia de la relación interna entre el consignatario y el naviero.
- El derecho a entablar un procedimiento judicial ante un tribunal competente, en cuya jurisdicción esté situado o bien el domicilio del demandado, o bien el puerto donde la parte hubiera recibido/entregado las mercancías, o hubiese llevado a cabo sus actividades respecto a la expedición.
- El derecho a retener las mercancías para garantizar el pago de las sumas que sean debidas por la organización del correspondiente transporte.
Por otro lado, la Comisión Marítima también recibió de forma muy favorable la Directiva de la UE publicada el pasado mes de julio, para simplificar y facilitar los procedimientos administrativos de buques en los puertos europeos, concediendo a los Estados Miembros el plazo de cinco años para establecer una fuente única administrativa en los puertos, así como para reducir a partir del 2013 la transmisión de datos a las diferentes autoridades en los puertos.
En la reunión también se analizó la complicada situación del transporte de contenedores, durante los últimos meses, en los puertos de Barcelona y Valencia, con repercusión directa y muy negativa en la actividad de los transitarios de otras ciudades.