La ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció la semana pasada un nuevo Plan de Infraestructuras, Transportes y Vivienda (PITVI) que tendrá como horizonte temporal el año 2024 y que contará con una relevante inversión derivada de las aportaciones presupuestarias, los fondos europeos y la participación del sector privado.
“El tiempo de las obras faraónicas, de los convenios sin dinero, ha terminado”, ha afirmado la ministra antes de detallar las actuaciones de su departamento en materia de infraestructuras.
En este sentido, aseguró que todas las infraestructuras deberán tener como finalidad mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y aumentar la productividad económica del país.
Plan de infraestructuras, transporte y vivienda (PITVI)
El nuevo PITVI se llevará en julio al Consejo de Ministros para su aprobación que, basado en el examen de la situación actual y la valoración rigurosa de las necesidades de la sociedad, establecerá las prioridades y programas de actuación en el horizonte del 2024.
El plan contará con una financiación pública, estable y consolidada en el tiempo y a la vez se recurrirá a fórmulas de colaboración público-privada equilibradas y viables; se regirá por el principio del máximo rigor económico en la priorización de inversiones, que significa invertir mejor, y servirá para reforzar la visión de conjunto del sistema de transporte mediante la intermodalidad.
Todo ello bajo una visión de movilidad sostenible, que garantice el respeto al medio ambiente.
Con el fin de hacer accesible la financiación privada de las infraestructuras se potenciará la participación de agentes en el mercado de capitales a través de PPPs, como los fondos de inversión.
También se modificará la normativa sobre las autopistas de peaje para establecer un nuevo modelo concesional que haga viable el sistema, de forma que se regulen los supuestos en que procede el reequilibrio financiero de las concesiones, el régimen de propiedad de los terrenos expropiados o el rescate de las concesiones.
Carreteras
En este ámbito, los objetivos del plan serán la finalización de los itinerarios ya empezados con el objetivo de cerrar el mallado de la red, la realización de una nueva planificación más acorde con las necesidades actuales, la optimización de la gestión en mantenimiento y conservación de las carreteras y la mejora continua de la seguridad viaria.
Entre las actuaciones previstas en la Red de Gran Capacidad figuran como prioritarios los tramos incluidos en los corredores multimodales propuestos por la Comisión Europea para la nueva Red Transeuropea de Transporte.
En total, se construirán más de 3.500 km de vías de alta capacidad, con una inversión superior a los 18.668 millones de euros.
Además, se planificará la construcción de nuevos carriles de circulación en vías de alta capacidad, con 600 kilómetros de nuevos carriles por un importe de 1.265 millones de euros.
Red convencional
En el entorno urbano se realizarán actuaciones en circunvalaciones, mejora de transporte público, accesos a puertos y aeropuertos y otras actuaciones de mejora.
También se actuará en los accesos viarios a aeropuertos como los de Málaga, Barcelona, A Coruña, Vigo, Alicante, y en la mejora de la conexión del acceso al aeropuerto de Melilla, entre otros.
En el caso de los accesos a puertos se trabajará, entre otros, en la mejora de la accesibilidad y funcionalidad de los de Málaga, La línea, Santa María, Huelva, Cádiz, Algeciras, Almería, El Musel (Gijón), Avilés, Barcelona, A Coruña, Valencia, Gandía, Castellón.
Ferrocarriles
Los objetivos en política ferroviaria son completar la red de Alta Velocidad, mejorar la red convencional, incrementar la calidad del servicio en Cercanías y homogeneizar el tejido ferroviario.
La inversión en la red convencional estará asociada a la modernización de la infraestructura y del material móvil, con un presupuesto de 450 millones de euros anuales. Adicionalmente, se destinarán 860 millones anuales al mantenimiento de la red administrada por ADIF y FEVE.
En materia de mercancías, se llevará a cabo la segregación de los tráficos de mercancías respecto al de viajeros en el ámbito de las grandes ciudades, construyendo para ello las necesarias vías de circunvalación.
También se potenciarán las alianzas con otros operadores, especialmente los internacionales, para estimular la competencia, al tiempo que se promoverán surcos preferentes para mercancías donde existan corredores paralelos de Alta Velocidad y se conectarán los puertos de interés general a la red ferroviaria.
Por último, se desarrollarán servicios de autopistas ferroviarias mediante sistemas de concesión, previo análisis de su viabilidad. Es el llamado programa Marco Polo.