Ricardo Catelli
Director de Innovación de la Fundación ICIL
España se encuentra a la cola de Europa en innovación y es, además, uno de los cuatro países de la Unión Europea (UE) que perdió terreno en esta materia, según datos ofrecidos por la Comisión Europea (CE), que sitúa a España en el puesto 16 entre los 25 Estados miembros en materia de innovación, de acuerdo con una tabla de 26 indicadores, como el porcentaje de universitarios, la inversión en ciencia, el gasto en tecnologías de la información o el número de patentes.
Por otro lado, la Encuesta sobre Innovación Tecnológica en las Empresas elaborada por el INE en 2007-2008 indica que el porcentaje de empresas innovadoras en España es del 25,3% y que, en media, las empresas gastan el 0,9% de su cifra de negocio en innovación (intensidad de innovación). Este esfuerzo por innovar se traduce en un 13,3% de su cifra de negocio proveniente de productos nuevos y mejorados, aunque las variaciones según las ramas de actividad son importantes.
Según el director de Innovación de la Fundación ICIL y responsable del área de apoyo logístico a las Empresas, Ricardo Catelli, que participó en la primera edición de Logitrans en Madrid con la ponencia dedicada a “La logística como ahorro de costes en la pequeña y mediana empresa, competir en tiempos de crisis”, la pyme se caracteriza por: “tener una administración independiente; el área de operaciones es relativamente pequeña y principalmente local; tiene una escasa especialización en el trabajo, tanto en el aspecto productivo como administrativo; su actividad es no intensiva en capital con predominio de mano de obra; tiene unos limitados recursos financieros y tecnológicos, además de una evidente falta de formación especifica por parte de sus directivos, unido a la problemática nacional de falta de productividad y baja inversión en innovación ligados a la creación y la mejora de procesos”.
Respecto a la inversión en tecnologías de la información, Catelli informó sobre los porcentajes de inversión por sectores, en cuanto a posesión de CRM, ERP y SCM.
Con estos antecedentes diagnosticó las mejoras logísticas que deben emprender las pymes para enfrentar la actual crisis:
- El reto para reducir los costes es bajar lo más posible el umbral de rentabilidad, que representa el nivel mínimo de ventas cuyo margen bruto permite cubrir los gastos de estructura o generales.
- Trabajar las horas dispuestas para aumentar la productividad, sin aumentar el número de horas. Esto supone: Gestión por procesos, es decir, logística integrada. Reducción de los activos fijos y circulantes y reingeniería de la distribución para buscar el punto de inflexión entre la calidad del servicio y los costes integrales distributivos.
- El empleo de las tecnologías de la información no basado en la información, sino en la aplicabilidad del conocimiento.
- Innovar es crear, no copiar.
- Integración de la cadena.
- Dar servicio a media, política de valor, como percepción de nuestros clientes.
Reducir costes
La reducción de costes es la única respuesta a corto plazo para solucionar la degradación de la cuenta de resultados como consecuencia de la crisis que esta provocando: un estancamiento de las ventas, una disminución del margen bruto de explotación (ventas-costes directos) y un aumento de los gastos de estructura (generales o indirectos).
Y la reducción de costes se puede obtener en:
- Reducción de gastos de estructura.
- Externalizacion.
- Reingeniería de procesos y optimización de los recursos atribuidos a los procesos mediante una organización transversal.
- Reducción de costes directos (rendimiento de materias primas, revisión de contratos con proveedores, aplicación de nuevas técnicas de producción, reducción de stocks).
- Reducción de los gastos financieros (ajustes en el fondo de maniobra, optimización del activo circulante: stock, excedentes de tesorería, gestión de impagados, y optimización del pasivo circulante: negociación con proveedores, revisión de condiciones bancarias).
Para Ricardo Catelli, los cambios definitivos se han de realizar “evolucionando del beneficio a la rentabilidad, de las funciones a los procesos, de las transacciones a las relaciones, del stock a la información, de los directivos a líderes, de la información al conocimiento, y de la intuición a la capacitación o formación del empresario”.