El vuelo KL767 entre el aeropuerto Schiphol de Amsterdam y el Reina Beatriz de Oranjestad (Aruba) llevado a cabo el pasado 16 de mayo y operado con el Airbus A330-200 PH-AOM, realizó el vuelo más largo de un avión del fabricante europeo usando biocombustible, programado con una duración de 10 horas y 30 minutos.
Un 20% del combustible cargado en el avión para el vuelo, fue biocombustible obtenido a partir de aceite para cocinar.
Este vuelo está enmarcado dentro de un ensayo de 20 vuelos de largo recorrido que se realizarán con aviones Airbus de KLM en la inciativa ITAKA (Initiative Towards sustAinable Kerosene for Aviation) para acelerar el uso de biocombustibles en Europa.
Durante el mismo, antes y después, se recogieron datos del sistema de alimentación de combustible a los motores para el análisis del funcionamiento de los motores y otros sistemas “que permitan ahondar en el uso de combustibles no basados en el petróleo comparado con los combustibles tradicionales“.
El programa ITAKA está financiado por la Unión Europea , como hemos señalado, es un proyecto de colaboración dirigido a producir combustible sostenible para la aviación y a ensayar su uso en sistemas actuales y en operaciones de vuelo normales en Europa con KLM y según Airbus “El proyecto establecerá asimismo un vínculo entre suministro y demanda al crear relaciones entre cultivadores y productores de las materias primas, productores de biocombustibles, distribuidores y compañías aéreas“.