El Puerto de Santander contará a partir de ahora con una conexión con Goteborg (Escandinavia) que tiene como principal objetivo abrir nuevos mercados a las empresas cántabras mediante una solución sostenible y a menor coste. De esta forma, los usuarios del Puerto podrán embarcar su mercancía hasta el destino final, vía Zeebrugge.
Esta posibilidad surge como consecuencia de la ampliación de la Autopista del Mar Santander-Zeebrugge, que ahora también, cuatro veces a la semana, recalará en Escandinavia.
Para ultimar los detalles de esta nueva ruta, el consejero de Industria y Desarrollo Tecnológico, Juan José Sota, al que acompañaba el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Christian Manrique, se reunieron ayer en Zeebrugge con el presidente del puerto belga, Joachim Coens, y con su vicepresidente, Vincent De Saedeleer.
En palabras del consejero, «esta ruta de transporte de mercancías, que pone en valor las sinergias entre el transporte terrestre y el marítimo, supone una ventana de oportunidad para nuestra Comunidad Autónoma, ofreciendo un modo de transporte sostenible y eficiente en la línea de lo que las directrices europeas y los planes estratégicos sobre transporte recomiendan».
Por su parte, para el presidente de la Autoridad Portuaria «es fundamental considerar que este servicio está diseñado y adaptado especialmente para la industria de Cantabria, que goza de una solución logística a la puerta de su fábrica, difícil de realizar desde otro puerto».
Autopista del Mar Santander-Zeebrugge
Actualmente la autopista del Mar Santander-Zeebrugge cuenta con cuatro salidas semanales y está operada por UECC y Líneas Suardíaz, que suponen para los usuarios del servicio un beneficio económico del 10% sobre los costes que asumían por carretera.
Gracias al establecimiento de esta iniciativa y a su consecución, la Autoridad Portuaria de Santander ha acompañado el proyecto con inversiones que principalmente se han traducido en la construcción de una rampa doble de carácter fijo, ubicada en Raos 8, que le permite configurar el entorno de la zona como un área dedicada al servicio Ro-Ro de vehículos y a la creación de los servicios complementarios que se necesitan, instalando así en la zona portuaria una nueva modalidad de transporte con un alto valor añadido, que supone un elemento más de especialización y diversificación en sus actividades.