La Comisión Europea adoptó el viernes pasado una propuesta dirigida a ofrecer mejores servicios ferroviarios para mercancías y viajeros por medio de una intensificación de la competencia en el mercado ferroviario; el refuerzo de las competencias de los organismos reguladores nacionales; y una mejora del marco para las inversiones en el transporte ferroviario.
La propuesta de Directiva por la que se establece un Espacio Ferroviario Único es un ejercicio de simplificación y consolidación de la legislación en el que se funden las tres directivas vigentes y sus modificaciones en un texto coherente único. Su objetivo es, asimismo, intentar solucionar los problemas más importantes que ponen en peligro el funcionamiento efectivo del mercado ferroviario.
Siim Kallas, Comisario Europeo de Transportes, señaló que “Europa está a la vanguardia de la tecnología ferroviaria. Estamos en el nivel superior de las redes ferroviarias modernas. No obstante, hay un gran pero: Europa necesita, y se merece, mejores servicios ferroviarios. Tenemos que ofrecer más calidad, más fiabilidad, más oferta y más innovación a personas y mercancías. Esto es lo que pretendemos conseguir con este conjunto de medidas. Mi objetivo es que haya más competencia en los servicios de transporte de carga y de pasajeros porque eso será positivo para los pasajeros, para los clientes del transporte de mercancías, para los fabricantes de equipos ferroviarios de muy alta calidad y para el medio ambiente.”
La Directiva aborda los tres problemas principales existente en el ámbito ferroviario europeo: competencia, supervisión reglamentaria y marco para la inversión pública y privada.
En cuanto a la competencia, la Directiva propuesta tiene por objeto intensificar la competencia en el mercado ferroviario estableciendo unas condiciones de acceso más transparentes y facilitando ese acceso, por ejemplo mediante:
- un acceso más fácil (y en algunos casos, garantizado) a servicios conexos tales como instalaciones de mantenimiento, terminales, servicios de información al cliente y de venta de billetes, etc., para trenes de mercancías y de pasajeros;
- unas normas explícitas en materia de conflicto de intereses y prácticas discriminatorias en el sector ferroviario;
- unas «declaraciones sobre la red» anuales más detalladas para que las nuevas empresas potenciales en el mercado ferroviario puedan conocer claramente las características de las infraestructuras disponibles y las condiciones de su utilización.
Por lo que respecta a la supervisión reglamentaria, la propuesta refuerza las competencias de las autoridades ferroviarias nacionales, con medidas como:
- ampliar las competencias de las autoridades ferroviarias nacionales para abarcar los servicios conexos; antes, los problemas relacionados con el acceso a servicios conexos no siempre formaban parte de sus competencias;
- exigir que las autoridades ferroviarias nacionales sean independientes de cualquier otra autoridad pública;
- reforzar la competencia de las autoridades ferroviarias nacionales (por lo que se refiere a las sanciones, auditorías, procedimientos de recurso e investigaciones de oficio) e imponer a esos organismos la obligación de cooperar con sus homólogos en cuestiones transfronterizas.
Y en lo referido al marco para la inversión pública y privada, las nuevas normas en materia de tarificación y financiación de infraestructuras tienen por objeto desarrollar una «arquitectura financiera» armonizada para fomentar las inversiones. Entre las medidas propuestas destacan:
- exigir el establecimiento de estrategias nacionales a largo plazo y de acuerdos contractuales plurianuales entre el Estado y los administradores de infraestructuras (que condicionen la financiación a los resultados, y programas de actividad). Lo que se pretende con ello es dar a los operadores del mercado una mayor previsibilidad respecto al desarrollo de la infraestructura para que puedan mejorar sus resultados;
- exigir unas normas más precisas e inteligentes en materia de tarificación por el uso de las infraestructuras. Una aplicación más correcta de los principios de tarificación previstos en la legislación vigente debería conducir a una reducción de los cánones por el acceso de las compañías ferroviarias a las vías en muchos Estados miembros. Las nuevas normas de tarificación (introducción de una modulación en función del ruido como equivalente en el transporte por ferrocarril a las tasas por los costes externos que se aplican en el transporte por carretera, descuentos para la interoperabilidad) deberían estimular también la inversión privada en tecnologías más ecológicas e interoperables.
Junto a esta propuesta, la Comisión también ha adoptado una Comunicación en la que expone su estrategia para completar el desarrollo del Espacio Ferroviario Único Europeo, destacándose una serie de iniciativas adicionales que la Comisión podría poner en marcha en los próximos cinco años. Ahora se abre el procedimiento de consulta sobre la base de esa Comunicación.