La Comisión Europea anunció a finales de enero un paquete completo de medidas para ofrecer más calidad y más opciones en los servicios ferroviarios de Europa. El ferrocarril es una pieza vital del transporte en la UE, esencial a la hora de abordar la creciente demanda de tráfico, la congestión, la seguridad del suministro de combustible y la descarbonización. Pero, actualmente, muchos mercados ferroviarios europeos están estancados o en retroceso.
Ante esta situación, la Comisión propone medidas más ambiciosas para estimular la innovación en los ferrocarriles de la UE abriendo los mercados nacionales de viajeros a la competencia, además de importantes reformas técnicas y estructurales.
Siim Kallas, vicepresidente de la Comisión y responsable de transporte, ha declarado que «los ferrocarriles europeos se acercan a un importante dilema. Ante el estancamiento o el retroceso en muchos mercados de Europa, tenemos una opción sencilla. Podemos tomar las difíciles pero necesarias decisiones para reestructurar el mercado ferroviario europeo, fomentar la innovación y ofrecer unos servicios mejores. Así, el ferrocarril podrá volver a crecer y esto beneficiará a los ciudadanos, las empresas y el medio ambiente. O podemos tomar la otra vía: aceptar la caída irreversible por una pendiente que nos lleve a una Europa donde el ferrocarril sea un juguete de lujo para unos pocos países ricos y inasequible para la mayoría ante la escasez de financiación pública «.
La propuesta se centra en los siguientes ámbitos principales.
Normas y autorizaciones que funcionen
La Comisión quiere reducir los costes administrativos de las compañías ferroviarias y facilitar la entrada de nuevos operadores en el mercado.
Con las nuevas propuestas, la Agencia Ferroviaria Europea se convertirá en una «ventanilla única» para expedir tanto las autorizaciones para comercializar vehículos en toda la UE como los certificados de seguridad para los operadores. Actualmente, las autorizaciones y los certificados de seguridad ferroviarios serán expedidos cada Estado miembro.
Las medidas propuestas permitirían reducir un 20% el tiempo de entrada al mercado de nuevas compañías ferroviarias y un 20% el coste y la espera de la autorización del material rodante. En general, las empresas podrían ahorrar 500 millones de euros de aquí al 2025.
Más calidad y más opciones con nuevos operadores de servicios ferroviarios
Para fomentar la innovación, la eficiencia y la rentabilidad, la Comisión propone abrir los ferrocarriles nacionales de viajeros a nuevas empresas y servicios a partir de diciembre de 2019.
Las compañías podrán ofrecer servicios nacionales de viajeros por ferrocarril en toda la UE, bien ofreciendo servicios comerciales competitivos, bien concursante para obtener contratos de servicios públicos ferroviarios, que representan la mayoría (más del 90%) de los trayectos ferroviarios de la UE y que estarán sujetos a la obligación de convocar licitaciones.
Las propuestas aportarían los viajeros unas ventajas claras como mejores servicios y más opciones. Combinadas con reformas estructurales, según los cálculos de la Comisión podrían producir de aquí al 2035 más de 40.000 millones de euros de beneficios económicos para los ciudadanos y las compañías y permitirían ofrecer hasta 16.000 millones más de viajeros-km.
Gran parte de los mercados nacionales de servicios de viajeros todavía están cerrados. Sólo Suecia y el Reino Unido los han liberalizado totalmente, y Alemania, Austria, Italia, Chequia y Países Bajos lo han hecho de manera limitada.
La experiencia de los mercados abiertos ha permitido mejoras de la calidad y la disponibilidad de los servicios, con una satisfacción de los viajeros que aumenta cada año, y un crecimiento del número de viajeros en algunos casos de más del 50% en diez años. En otros mercados liberalizados, la licitación de contratos de servicios públicos ha representado un ahorro de entre el 20% y el 30% en un determinado nivel, que se puede reinvertir en la mejora de los servicios.
Una estructura eficaz
Para garantizar el acceso equitativo al ferrocarril, los gestores independientes de las vías («infraestructura») deben hacer funcionar las redes de manera eficaz y no discriminatoria y coordinarse en toda la UE para permitir el desarrollo de una red auténticamente europea .
Para garantizar que la red se desarrolle en interés de todos y alcanzar la máxima eficiencia operativa, la Comisión propone reforzar los gestores de infraestructuras para que controlen todas las funciones centrales de la red ferroviaria, como la planificación de la inversión en infraestructura, las operaciones diarias y de mantenimiento y el establecimiento de los horarios.
Ante las numerosas quejas de los usuarios, la Comisión considera que los gestores de infraestructuras deben ser operativamente y financieramente independientes de cualquier operador que haga circular los trenes. Esto es esencial para eliminar los posibles conflictos de intereses y ofrecer a todas las compañías el acceso a las infraestructuras de forma no discriminatoria.
Como norma general, la propuesta confirma que la separación institucional es la manera más sencilla y transparente de lograrlo. En 2019, las compañías ferroviarias independientes de los gestores de infraestructuras tendrán un acceso inmediato al mercado interior de servicios de viajeros.
Ahora bien, la Comisión puede aceptar que una estructura integrada verticalmente, de tipo holding, también pueda tener esa independencia, con «murallas chinas» impermeables que garanticen la separación jurídica, financiera y operativa necesaria (véase el MEMO).
Cláusula de comprobación del cumplimiento: para proteger esta independencia pensando en el mercado de servicios de viajeros totalmente liberalizado del año 2019, se podría impedir que las compañías ferroviarias que formen parte de una estructura integrada verticalmente operaran en otros Estados miembros si no convencen previamente la Comisión que se han establecido todas las salvaguardas para garantizar la igualdad de oportunidades en la práctica y que es posible una competencia leal en el mercado nacional.
Mano de obra cualificada
Un sector ferroviario dinámico depende de una mano de obra cualificada y motivada. Los próximos diez años, el ferrocarril deberá afrontar el reto de atraer nuevo personal para sustituir un tercio de la mano de obra, que se jubilará, y responder a un entorno nuevo y más competitivo.
La experiencia de los Estados miembros que han liberalizado sus mercados demuestra que así se crean puestos de trabajo nuevos y mejores. Dentro del marco regulador de la UE, los Estados miembros tendrán la posibilidad de proteger a los trabajadores exigiendo a los nuevos empresarios que los contraten cuando se transfieran contratos de servicios públicos, yendo más allá de los requisitos de la UE sobre traspasos de empresas.