La Comisión ha presentado una propuesta para mejorar la planificación de las actividades marítimas y la gestión de las zonas costeras. La propuesta, en forma de proyecto de Directiva, tiene por objeto establecer un marco europeo común para la ordenación del espacio marítimo y la gestión integrada de las zonas costeras de los Estados miembros a fin de garantizar que el crecimiento de las actividades y el uso de los recursos del mar y de las costas sea sostenible.
Las actividades humanas y económicas, tales como la energía eólica marítima, los cables y oleoductos submarinos, la navegación, la pesca o la acuicultura, se van extendiendo hoy en día en las aguas del mar y las zonas costeras, pero lo hacen sin mucha coordinación, y esto puede derivar en la lucha por el espacio y en la presión sobre unos recursos que son valiosos. La acción propuesta exigirá que los Estados miembros regulen las actividades por medio de unos planes de ordenación marítima que fomenten un uso más eficiente de los mares, y que elaboren estrategias de gestión para coordinar las diferentes medidas sectoriales aplicables a las actividades en las zonas costeras. Los Estados miembros deberán respetar los requisitos mínimos propuestos en la Directiva y garantizar que la planificación del espacio marítimo y la gestión de las zonas costeras fomenten un crecimiento sostenible, cuenten con la participación de las partes interesadas y favorezcan la cooperación con los países vecinos.
Janez Potočnik, comisario europeo de Medio Ambiente, ha declarado que «esta iniciativa contribuirá a que los 200 millones de ciudadanos de la UE que viven en regiones costeras disfruten de un medio ambiente más saludable y de mejores condiciones de vida, además de ayudar a conservar unos litorales y unos ecosistemas únicos y diversos que ofrecen hábitats valiosísimos a las plantas ya los animales «.
Maria Damanaki, comisaria de Asuntos Marítimos y Pesca, ha declarado que «hoy proponemos un paso adelante de la Política Marítima Integrada de la Unión Europea y un nuevo instrumento de la estrategia de Crecimiento Azul. Facilitando un desarrollo y unas inversiones sostenibles en el mar, la Directiva contribuirá a hacer realidad el potencial de crecimiento y empleo de la economía azul de Europa».
La aplicación coherente de la ordenación del espacio marítimo y de la gestión integrada de las zonas costeras mejorará la coordinación entre las actividades terrestres y marítimas y favorecerá, entre otros, la conexión de las instalaciones eólicas marítimas a las redes terrestres de energía o las obras de infraestructura para proteger las costas de la erosión y del cambio climático que afectan a las actividades en las aguas costeras.
El hecho de que haya un solo instrumento para equilibrar todos los intereses también aumentará la seguridad de los inversores y reducirá la carga administrativa de las administraciones nacionales y los operadores, manteniendo al mismo tiempo los servicios ecosistémicos. Actualmente hay países donde hay que contactar hasta ocho organismos administrativos para obtener el permiso de abrir una piscifactoría. El principio de la ventanilla única propuesto en la Directiva hará desaparecer esta complejidad administrativa y ahorrará tiempo y dinero. Se calcula que el aumento de la seguridad para las empresas y la reducción de la carga administrativa producirán en la UE unos beneficios económicos de hasta 1.600 millones de euros, que redundarán especialmente en favor de las PYME. Los estudios indican también que la aceleración de las inversiones en parques eólicos y en explotaciones acuícolas generará de aquí a 2020 entre 60 (aceleración en un año) y 600 millones de euros (aceleración en tres años).
Antecedentes
La Unión Europea quiere convertirse, de aquí a 2020, una economía inteligente, sostenible e integradora. Los sectores marítimos ofrecen ámbitos de innovación, crecimiento sostenible y empleo que contribuirán a conseguirlo. Tal como dice la comunicación «Crecimiento azul: perspectivas de crecimiento sostenible en los sectores marino y marítimo» (véase IP/12/955), la propuesta de hoy es una parte fundamental de la voluntad de desarrollar la economía azul de Europa .
La ordenación del espacio marítimo es un proceso transparente y exhaustivo que, basándose en la participación de los interesados, analiza y planifica los momentos y los lugares adecuados para las actividades humanas en el mar, con el objetivo de determinar los usos actuales y futuros más eficientes y sostenibles del espacio marítimo. En 2008 la Comisión publicó la «Hoja de ruta para la ordenación del espacio marítimo: creación de principios comunes en la UE» y, en 2010, la comunicación «Ordenación del espacio marítimo en la UE – Resultados y desarrollo futuro «, que abría el camino para la propuesta.
La propuesta debe garantizar que las actividades económicas tengan en cuenta desde una primera fase la necesidad de proteger los recursos naturales y los riesgos que suponen el cambio climático y los fenómenos naturales a los que las zonas costeras son especialmente vulnerables. Esto producirá beneficios económicos dado que los recursos naturales son la base esencial de actividades como la pesca y la acuicultura, que necesitan un agua limpia. Los nuevos instrumentos contribuirán también a aplicar mejor las normas de medio ambiente de la UE, como la Directiva marco de estrategia marina y la Directiva de hábitats.
La gestión integrada de las zonas costeras es un instrumento que, además de coordinar todos los procesos sectoriales que les afectan, aborda las interacciones tierra-mar de forma coordinada a fin de garantizar su desarrollo sostenible. Garantiza que las decisiones de gestión o desarrollo se tomen de manera coherente entre los distintos sectores. Una recomendación de 2002 sobre gestión integrada de zonas costeras definía los principios de una buena ordenación y gestión de las costas y la mejor manera de aplicarlos. Además, la UE es parte contratante del Convenio de Barcelona, donde se estableció un Protocolo para la gestión integrada de las zonas costeras, que entró en vigor en marzo de 2011 e hizo obligatoria la gestión integrada para los Estados miembros ribereños del Mediterráneo.
La propuesta de la Comisión será examinada por el Consejo de la Unión Europea y por el Parlamento Europeo. Una vez adoptada, se incorporará a la legislación de la UE.