La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística FVET, miembro del CNTC, máximo representante del sector a nivel nacional, desea hacer un llamamiento a la responsabilidad tanto por parte de las autoridades, como de las empresas usuarias de los servicios de transporte, advirtiendo de las consecuencias que pudieran desprenderse de persistir el actual ritmo de deterioro del tejido empresarial que pone en serio peligro la supervivencia del transporte profesional por carretera.
A los problemas generales de la economía española (caída de la actividad y el consumo, restricciones del crédito, etc.), se suman los particulares del sector, que están poniéndolo al límite de su capacidad de resistencia. Durante el pasado año el incremento del precio del combustible se situó en un 22%, lo que dispara los costes de las empresas del sector debido a que el combustible representa el 35% de sus gastos de explotación. Si en enero del pasado año llenar el depósito tenía un coste de 597 euros, en la actualidad supone a pagar unos 720 euros.
FVET, desea recordar la importancia de la cláusula de revisión del combustible derivada de los acuerdos entre el Ministerio y CNTC, de 11 de junio de 2008. FVET considera imprescindible la aplicación de esta cláusula de revisión que además también está recogida en el Artículo 38, de la actual Ley de Contrato de Transportes de Mercancías por Carretera.
Al problema del coste de los combustibles hay que añadir el incumplimiento del pago de los servicios a treinta días, tal como establece las “medidas destinadas a reformar la capacidad de negociación mercantil del sector del transporte” derivadas de los acuerdos del 11 de junio de 2008 y posteriormente la Ley 15/2010 por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales. Esta demora en el cobro unida a la dificultad para financiar la marcha de la actividad, supone otro grave inconveniente para las empresas de transporte.
Desde FVET se advierte que la situación actual merma considerablemente las empresas del sector que se ven, en el peor de los casos, obligadas a bajar la persiana por no poder resistir los altos costes y la imposibilidad de repercutir los mismos a sus clientes. Entre el periodo que va desde julio del 2008-2010, en la CV han cerrado 1100 empresas de transporte y para aquellas que continúan prestando servicios la tarea no es fácil debido a la caída en la actividad. La misma cayó un 30% entre los años 2008-2009, y durante el pasado año no logro dar signos de recuperación. A esto, hay que sumar las altas cotas de morosidad a las que se enfrentan a diario las empresas del sector.
Dada la grave situación que atraviesa el sector, el CNTC, en su última reunión con el Ministerio de Fomento, el 24 de enero, presentó un documento con los puntos más graves que hoy atraviesa el transporte de mercancía por carretera. Por lo que la vía de conversaciones y negociación con el gobierno ya está en marcha.
Para FVET, la solución debe ser siempre el diálogo, motivo por el cual la FVET y todos los integrantes del CNTC, no apoyan la convocatoria de huelgas.
Contenidos del documento presentado por CNTC al Ministerio de Fomento
- Se pide sensibilidad para modificar el régimen sancionador del transporte, estableciendo un criterio proporcional y regido por el principio de personalidad, de forma y manera que cada uno responda por sus propios actos, no por aquellos que no ha podido prever ni evitar, o que no sean imputables a los criterios organizativos de la empresa de transporte. Todo ello favoreciendo, tal y como hace la normativa de tráfico y en idéntico porcentaje, el pronto pago.
- El incremento del precio del combustible, el progresivo aumento de obligaciones fiscales y administrativas de todo tipo, muchas de éstas inherentes a la función del cargador que se transmiten al transportista como por ósmosis, suponen un pesado fardo sobre las espaldas de un sector sobrecargado de responsabilidad.
- Se hace un llamamiento a la colaboración y lealtad empresarial de las empresas cargadoras. Estas deben asumir que las dificultades económicas son compartidas, que no se resuelven aprovechando las deficiencias de capacidad negociadora de sus proveedores, para imponer condiciones contractuales abusivas que estrangulen el correcto desarrollo empresarial de las mismas, condenándolas a la desaparición.
- Es altamente significativo, que cuantas reformas normativas se han venido introduciendo durante los últimos años para dotar a la empresa de transporte de herramientas propiciatorias del equilibrio contractual con sus clientes, hayan caído en desuso a resultas del escaso poder de negociación de estas empresas frente a unos clientes cargadores que aplican mecánicamente el principio negociador de “lo tomas o lo dejas”. Analizando de forma retrospectiva la aplicación que en el mercado han tenido las denominadas “medidas destinadas a reformar la capacidad de negociación mercantil del sector del transporte” que formaron parte de los acuerdos de 11 de junio de 2008: ni los plazos de pago de los servicios de transporte a treinta días, ni tampoco la cláusula de revisión automática del precio pactado en contrato en función de la evolución del precio del petróleo han tenido el reflejo deseado. Ni siquiera la reciente reforma introducida por la Ley 15/2010, de modificación de la Ley 3/2004, de 29 de diciembre, por la que se establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales, en las que se ha suprimido la posibilidad del pacto entre partes para reducir el plazo legal de pago, ha sido bastante para evitar las prácticas abusivas.
- Con esta política comercial de preferir el inmediato ahorro de coste antes que la justa retribución del servicio, se manifiesta, por parte de las empresas cargadoras, una indudable miopía empresarial, en la medida en que con ello se está contribuyendo a la desaparición de un buen número de empresas de transporte, teniendo como perspectiva previsible, el déficit cuantitativo y cualitativo del sector, situación ésta que a la larga terminará por repercutir en contra de los intereses de aquellos, que con su cortedad de miras, lo han propiciado.
El sector del transporte de mercancías por carretera es consciente de la importancia económica y la responsabilidad social que tiene este sector en España, donde genera más de medio millón de puestos de trabajo y representa el 3,63% del Valor Añadido Bruto (VAB), y que gracias a su flexibilidad, seguridad y calidad, es el responsable de transportar hasta su punto de venta casi el 90% de los productos que consumimos cada día. El transporte de la CV representa el 12% del transporte a nivel nacional.