El Gobierno de la Generalitat de Catalunya ha presentado alegaciones al diseño del tramo de alta velocidad que el Estado francés quiere impulsar entre las poblaciones de Montpellier y Perpiñán y del que ya ha finalizado el proceso de consulta pública. En este proceso, la Jefatura de Languedoc-Roussillon ha consultado a los agentes implicados en el proyecto, en concreto, sobre la funcionalidad y ubicación de estaciones de la futura línea, que tendrá unos 150 kilómetros de longitud y se enmarca en el Corredor Mediterráneo .
En este sentido, la Generalitat ha planteado que el Montpellier–Perpiñán sea diseñado en su totalidad para el tráfico mixto, es decir, que pueda transportar pasajeros y mercancías. De esta manera, el gobierno catalán reclama que este tramo tenga las mismas características técnicas y operativas que los existentes entre Barcelona y Perpiñán y entre Montpellier y Lyon. El nuevo tramo es clave tanto para el transporte transeuropeo de mercancías y viajeros de larga distancia, como para los movimientos interregionales y locales.
La opción de tráfico mixto conlleva un encarecimiento del proyecto, ya que los requerimientos del tráfico de mercancías son más estrictos que los de viajeros, especialmente en la zona de las Corbières, con un relieve más irregular por el alargamiento que supone de túneles y viaductos. Con todo, la Generalitat considera que, dado el carácter estratégico de esta línea, integrada en el core network de la red transeuropea, es primordial mantener que la línea sea mixta y cree adecuado que se estudien las posibilidades técnicas que minimicen el sobrecoste .
Por otra parte, el gobierno catalán propone la creación de dos nuevas estaciones en las ciudades de Béziers y Narbona y plantea la posibilidad, en el futuro, de una nueva estación en la zona de Perpiñán para potenciar las conexiones de viajeros con Figueras, Girona y Barcelona. Poniendo como ejemplo la experiencia en Catalunya, el objetivo de estas estaciones es permitir un servicio regional transfronterizo estructurado, con el beneficio que reporta a las ciudades medianas.
Finalmente, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad reclama al gobierno francés que establezca y mantenga la prioridad de este tramo del Corredor Mediterráneo que completa el eje Barcelona-Lyon para que pueda entrar en servicio en 2020.
Las propuestas de la Generalitat en el proceso han recibido la adhesión de los Ayuntamientos de Barcelona, Tarragona, Girona y Figueres, de los Puertos de Barcelona y Tarragona, ZAL, Consorcio de la Zona Franca y entidades portuarias, así como de las patronales Fomento del Trabajo y PIMEC, el consejo de Cámaras de Barcelona, las asociaciones FERRMED, Railgrup y Barcelona Centre Logístic Catalunya (BCL), Cimalsa y FGC.