La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) ha publicado el Informe Anual de Contribución Económica de Europa, que muestra que la industria de cruceros ha generado, una vez más, una importante cantidad de puestos de trabajo así como una destacada contribución económica en Europa.
Las cifras presentadas por CLIA revelan que la contribución económica de la industria en Europa ha alcanzado una cifra récord de 40.950 millones de euros en 2015, un 2% más que el año anterior. La contribución económica directa generada por la industria alcanzó los 16.890 millones de euros, mientras que en 2014 fue de 16.600 millones de euros .
En 2015, la industria de cruceros también creó más de 10.000 nuevos puestos de trabajo en toda Europa, con 360.571 empleados en cruceros y en empresas relacionadas con el sector. Los salarios y otros beneficios de los trabajadores europeos han ascendido hasta los 11.050 millones de euros.
Aunque la industria de cruceros continua creciendo en otras regiones del mundo, Europa sigue siendo vital para el sector:
- Europa representa el segundo mercado que más pasajeros aporta: 6,6 millones de europeos se fueron de vacaciones en crucero en 2015, un 3% más que en 2014.
- Europa constituye el segundo destino más popular de cruceros, sólo por detrás del Caribe. El estudio muestra que 6,12 millones de pasajeros embarcaron en cruceros desde los puertos europeos en 2015, un 4,5% más que el año anterior.
- Como epicentro de la construcción mundial de cruceros y que crea los barcos más innovadores y de mayor tamaño del mundo, el gasto en construcción y mantenimiento de los astilleros europeos ha crecido por cuarto año consecutivo hasta alcanzar los 4.600 millones de euros (un 1,2% más que en 2014). Y es que la cartera de pedidos de los astilleros europeos ha aumentado significativamente. Actualmente, los astilleros europeos tienen prevista la construcción de 48 nuevos barcos hasta 2019, por un valor total de más de 27.000 millones de euros, en contraste con los 29 nuevos barcos por valor de 16.000 millones de euros que tenían previsto para el periodo 2015-2018.
- Un total de 39 compañías de cruceros están domiciliadas en Europa, que operan 123 cruceros con una capacidad de alrededor de 149.000 plazas, 3.000 plazas más que en 2014.
- En Europa también operan otros 73 barcos con una capacidad aproximada de 100.000 camas pertenecientes a 23 compañías de cruceros no europeas, lo que supone unas 11.000 camas más que en 2014.
Previsiones para el año 2016 a nivel mundial
CLIA también apunta que el año 2016 va a ser bueno para el sector de cruceros. Así, la Asociación prevé que se alcance la cifra de 24 millones de pasajeros, un aumento espectacular en comparación con los 15 millones de pasajeros de hace diez años (2006).
CLIA también revela que las compañías de cruceros que pertenecen a la asociación pondrán en funcionamiento 27 nuevos barcos, a lo largo de 2016, con una inversión total de más de 6.500 millones de dólares (6.100 millones de euros). Asimismo, ocho de cada diez agencias de viajes, miembros de CLIA, han señalado que en 2016 esperan un incremento en las ventas de cruceros con respecto al año pasado.
Los cruceros también generan un impacto económico positivo a nivel mundial. La contribución económica global de la industria en 2014 fue de 119.900 millones de dólares (112.700 millones de euros).
Tendencias
CLIA ha identificado las tendencias de la industria de cruceros que muestran cómo el sector se ha transformado para adaptarse a los estilos y preferencias de los viajeros de hoy en día. De entre estas tendencias, destacan: un incremento de los cruceros fluviales, un aumento considerable de cruceristas asiáticos (con una tasa de crecimiento anual del 34%) y australianos, incremento de la demanda de cruceros de lujo,
España, en el top 5 de Europa
Con 1.323 millones de euros de contribución económica directa, España se mantiene en 2015 como el cuarto mercado europeo que más se beneficia de la industria de cruceros, con un incremento respecto al año anterior del 9,5%. Desde 2008, la contribución económica ha crecido un 22,5%. Asimismo, la industria de cruceros generó en España un total de 28.576 empleos, un 12,1% más que en 2014.
España continúa siendo el segundo país europeo que más pasajeros recibió en 2015, sólo por detrás de Italia. En concreto, 5,93 millones de cruceristas hicieron escala en puertos españoles. España también ocupa la segunda posición como puerto de embarque con 1,28 millones de pasajeros. Además, un total de 466.000 españoles eligieron un crucero en 2015 para pasar sus vacaciones, lo que representa un crecimiento del 3% con respecto al año anterior.
En relación a los puertos nacionales, el Puerto de Barcelona sigue siendo el primer puerto de Europa con 2,54 millones de pasajeros en 2015. En tanto, el Puerto de Palma de Mallorca ha logrado el tercer puesto (asciende una posición con respecto a 2014) con 1,72 millones de pasajeros. Por su parte, Las Palmas ocupa la séptima posición, con 1,05 millones de pasajeros y Tenerife, la décima con 933.000.
Según el Director de CLIA España, Alfredo Serrano, “aunque la industria de cruceros es relativamente pequeña dentro de la industria turística, la industria de cruceros es líder en innovación y sostenibilidad y está creciendo de forma muy significativa en Europa, contribuyendo muy positivamente a la economía de España. Los indicadores para este y los próximos años, así como el gran esfuerzo que hace la industria para ofrecer alterativas variadas y de calidad a los consumidores, hacen que seamos optimistas de cara al futuro.
La contribución económica de Europa es el resultado directo del impresionante crecimiento de la industria de cruceros durante 2015, que alcanzó los 23,2 millones de pasajeros de cruceros a nivel mundial. En 2014, el turismo de cruceros generó alrededor de 120.000 millones de dólares en la contribución económica global y la industria prevé que esta cifra siga creciendo.
Contribución económica de los cruceros en Barcelona
Según queda reflejado en el Estudio de Impacto Económico de la Actividad de cruceros del Port de Barcelona, elaborado por el Laboratorio de Economía Aplicada AQR-Lab de la Universidad de Barcelona en colaboración con Turisme de Barcelona, y encargado por la Autoridad Portuaria, la actividad de cruceros genera una facturación anual de 796 millones de euros, hace una contribución de 413,2 millones de euros al Producto Interior bruto (PIB) de Cataluña, y permite el mantenimiento de casi 6.759 puestos de trabajo a tiempo completo.
La consolidación del sector de los cruceros implica incrementar el rol del Port de Barcelona como puerto base y fidelizar a los grandes operadores de crucero, como Carnival Corporation, Royal Caribbean, MSC y NCL, que gestionan el 90% del movimiento mundial de cruceristas. Por ello, hay que seguir trabajando para romper la estacionalidad asociada a esta actividad y para alcanzar un mayor grado de coordinación para gestionar Port afluencia de visitantes.
La estrategia de futuro del Puerto de Barcelona también se basa en el impulso de la sostenibilidad y en la promoción del uso del gas natural como nuevo combustible alternativo de la movilidad, ya que, en comparación con los combustibles convencionales, reduce un 80% la emisión de los NOx y suprime al 100% las emisiones de partículas sólidas en suspensión y las emisiones de óxidos de azufre.
El estudio calcula el impacto directo de los principales agentes implicados en la actividad crucerística, el impacto indirecto y el inducido, además de los efectos catalizadores del sector sobre la economía. El informe revela que el gasto directo derivada de la actividad crucerística asciende a 442,5 millones de euros anuales, que se reparte entre tres agentes principales de gasto: las navieras (121,2 millones), los cruceristas (315,8 millones) y las tripulaciones (5,5 millones). A partir de este gasto inicial se genera una facturación de manera indirecta e inducida de 353,5 millones de euros, lo que sitúa la facturación total de la actividad de cruceros en 796 millones de euros.
Este volumen de actividad supone una contribución de 413,2 millones de euros al PIB de Cataluña y permite mantener cerca de 7.000 puestos de trabajo. Además, genera unas rentas fiscales de 152 millones de euros en impuestos estatales y autonómicos y tasa turística. La capital catalana es la principal beneficiada de esta actividad, ya que el 75% del efecto total se queda en la ciudad de Barcelona (313,4 millones de euros de contribución del PIB y 5.039 puestos de trabajo, en términos absolutos ).
Para exponer estas cifras de manera más comprensible, el estudio detalla que la llegada de cruceros en el Port de Barcelona supone una facturación diaria de 2,2 millones de euros en Cataluña (1,7 millones de los cuales, en la ciudad de Barcelona). Es decir, cada crucero que hace escala en el Port de Barcelona genera, en promedio, una facturación total de un millón de euros; contribuye con medio millón de euros al PIB de Cataluña y permite mantener 9 puestos de trabajo (7 de los cuales, en Barcelona). Además, cada escala de crucero aporta 200.000 euros en rentas fiscales (IVA, IRPF e Impuesto de Sociedades).
Efectos multiplicadores sobre diferentes sectores
El estudio también pone de manifiesto los importantes efectos multiplicadores derivados de la actividad de cruceros, que casi duplican el impacto directo atribuido a los tres grandes actores de gasto (navieras, cruceristas y tripulaciones). Así, por cada 100 euros de gasto directo se generan de manera indirecta e inducida 80 euros de facturación adicional; cada 100 euros de VAB generados de manera directa comportan 83 euros de VAB adicionales; y por cada 100 empleados directos se contabilizan 68 ocupados más debidos al impacto indirecto e inducido.
Asimismo, el estudio demuestra que el sector de cruceros, además de impulsar actividades típicamente turísticas, genera importantes efectos positivos en otros sectores económicos. Este hecho se concreta en la distribución de los puestos de trabajo que origina la actividad crucerística: si bien 3.995 puestos de trabajo se generan en sectores turísticos, los 2.764 restantes se dan en sectores tan diversos como la logística, la fabricación de productos alimenticios, la industria metalúrgica, las industrias químicas, los servicios médicos o los servicios de gestión de residuos y saneamiento, entre otros.
La investigación también destaca algunos de los efectos catalizadores de la actividad de cruceros del puerto catalán. El impacto sobre el Aeropuerto del Prat es un caso significativo, ya que la importancia de Barcelona como puerto base de cruceros y el hecho de que el 78% de los cruceristas de turnaround emplean el avión han sido determinantes para la creación y mantenimiento de vuelos internacionales (como en Estados Unidos, Canadá o también a los Emiratos para el mercado australiano).
Perfil del crucerista
El estudio también dibuja un cuidadoso perfil del pasajero de crucero que visita la capital catalana, gracias a los datos aportados por Turismo de Barcelona. De este perfil y partiendo de que en 2014 el Puerto de Barcelona registró un total de 2.364.292 movimientos de cruceristas, cabe destacar que los cruceristas que visitan la ciudad y no pernoctan pasan una media de 4,3 horas a la ciudad y representan el 57,5% del movimiento de pasajeros (1.360.271 personas). Por otra parte, los pasajeros de turnaround (que inician y finalizan su itinerario en Barcelona) que pernoctan en la ciudad se quedan una media de 2,6 noches y suponen el 23,9% del movimiento de cruceristas (565.400 personas) y el 18,6% restante corresponde a aquellos pasajeros que embarcan y/o desembarcan directamente sin pernoctar ni visitar la ciudad (438.621 movimientos de personas).
El 94% de los pasajeros de crucero que hacen noche en la ciudad se alojan en hotel (frente al 47,5% del turista vacacional de Barcelona). El estudio también especifica el gasto medio de los diferentes tipos de cruceristas: el crucerista excursionista (que visita la ciudad pero no pernocta) gasta 53 euros de media; la categoría de turista crucerista (que pernocta en Barcelona) efectúa un gasto de 202 euros diarios frente al turista vacacional de la ciudad (que pernocta en hotel), que tiene un gasto medio de 156 euros.