La logística ha tenido que avanzar a pasos de gigante para ajustarse a las nuevas tendencias de los mercados, ahora deslocalizados y globalizados. Pero los principales problemas persisten: el mercado no es transparente y el modelo no es sostenible.
Ante un nuevo contexto económico, la logística transaccional, caracterizada por una relación básicamente contractual entre la empresa y el proveedor, en que éste proporciona servicios concretos (transporte, almacenaje, gestión de trámites aduaneros y otros más sofisticados como los que ofrecen los transitarios), está entrando en una nueva fase: la 4PL (control integral de la cadena de suministro, SCM).
Las grandes empresas ya están inmersas en este nuevo contexto logístico, pero las pymes tienen todavía un largo camino por recorrer y, además, lleno de obstáculos, como los de no tener los recursos necesarios para asumir los costes de una nueva organización logística.
Un nuevo orden en la cadena de suministro
El IX Encuentro del Club Logístico Lógica celebrado recientemente versó en esta edición sobre la necesidad de implantar un nuevo orden en la cadena de suministro, donde prime la responsabilidad empresarial de todos los actores, la colaboración entre los mismos y una mayor transparencia.
Como indicó Gonzalo Sanz, presidente de Lógica, patronal de los operadores logísticos, “se necesita una nueva conducta responsable y sostenible que se gestione mediante un nuevo paradigma fundamentado en la cooperación y la competencia leal”. Asimismo, el presidente de Lógica considera necesario “un orden donde se busque la seguridad en el empleo, en el que la innovación sea una tarea común de todos los intervinientes y motor de la competitividad y de la eficiencia”. Además, destacó que la propuesta de Lógica de abogar por un cambio organizativo está basada en desarrollar conjuntamente “una Declaración de Responsabilidad Empresarial del Sistema de Transporte y Logística Español, donde se garanticen los derechos económicos y sociales, especialmente de trabajo, de todos los participantes en el mismo”. Esta declaración debe incluir nueve puntos fundamentales: el medioambiente, las prácticas laborales, el gobierno corporativo, la innovación colaborativa, la pirámide de subcontratación, la transparencia en la contratación mercantil, las prácticas operativas justas, la colaboración entre las partes y el compromiso de vigilancia. Esta declaración, una vez aprobada dará paso a un Observatorio de Responsabilidad Empresarial y Buenas Prácticas, que formado por todos los firmantes, se encargará de vigilar el funcionamiento de la misma, y a través de una hoja de ruta invitamos a las organizaciones a que se unan a esta iniciativa”.
En el IX Encuentro del Club Logístico Lógica también se debatió sobre el modelo actual de mercado y la necesidad de emprender nuevas reformas en el mismo. En la misma coincidieron las opiniones en torno a la importancia de mantener un diálogo fluido entre empresarios y sindicatos que permitan avanzar en la resolución de los problemas del actual capitalismo, así como del conjunto de la cadena de suministro.
Marcos Montero, presidente de la CETM, destacó la importancia actual del transporte por carretera, “que da empleo a más de medio millón de trabajadores y que está atravesando una gran crisis, con dificultades de supervivencia de muchas empresas. En este sector no hemos sabido establecer un orden empresarial. Seguimos manteniendo los mismos problemas de atomización, crecimiento desordenado y competencia desleal, por lo que nos encontramos ante un modelo obsoleto que debemos cambiar. Se debe apostar por la productividad, la competitividad, la seguridad, la calidad y la colaboración entre las partes.
Por su parte, Luis Marceñido, director general de FCC Logística, señaló la necesidad de “incidir también en la formación como uno de los ejes fundamentales en los que se sustente el sector, lograr una mayor representatividad, adecuada al peso que actualmente tiene este sector en el conjunto económico, y en cuanto a las relaciones con los proveedores deberíamos llegar a acuerdos, al igual que lo hacemos con los clientes, que supongan compartir riesgos y aportar mayores soluciones”.
José María Bonmatí, director general de AECOC, afirmó que “se debe reinventar el sistema, aportando más valor añadido y prácticas colaborativas, donde debe fluir el intercambio de información y hacer más transparente el conjunto de la cadena”.
Por lo que respecta a los representantes sindicales, Miguel Ángel Cilleros, secretario general de la Federación Estatal de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT, y Emilio Cobo, secretario de Acción Sindical de CC.OO. hicieron un llamamiento a que “no sea el trabajador quien pague las consecuencias de la actual crisis económica”, y destacaron “la importancia del diálogo y del desarrollo de un capitalismo decente, abierto a las nuevas realidades de la sociedad del siglo XXI, donde se proporcionen nuevas fórmulas”.
La clausura del acto corrió a cargo de Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, quien entre otras cosas señaló que “ante la actual situación de crisis económica, provocada por ineficiencias del sistema se ha de huir del proteccionismo, aunque se necesitan reglas eficaces que hagan funcionar el sistema, evitando los errores del pasado. Desde la CEOE estamos inmersos en el diálogo social con la intención de buscar los mayores consensos posibles en la negociación colectiva y en la modernización del mercado de trabajo, que permitan el desarrollo de las empresas en una economía de libre mercado que nos proporcionen la mayor prosperidad y bienestar, así como una mayor creación de riqueza y empleo, a través de la responsabilidad empresarial, la transparencia y la competencia leal”.
Un nuevo capitalismo para un nuevo orden logístico
El evento contó en esta ocasión con una ponencia única que daba título al encuentro “El capitalismo que viene: Un Nuevo Orden en la Cadena de Suministro”, desarrollada por Aldo Olcese Santonja, presidente de la Sección de Ciencias Empresariales y Financieras de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras.
Olcese señaló en su ponencia, la necesidad de crear un capitalismo “más humanista” pero igual de eficiente, “impulsado por nuevos dirigentes y donde prime la ética, la transparencia y el buen gobierno societario”. Este nuevo marco también debería establecerse en un sector como el logístico “desestructurado, de innumerables irregularidades, con falta de competitividad, y una profunda deslealtad”. Para avanzar hacia este nuevo modelo de mercado, Aldo Olcese, desarrolló diez dimensiones que permitan “avanzar hacia un nuevo paradigma de gestión respetable y sostenible”, como son: protección medioambiental, acción social, relaciones laborales responsables, lucha contra la corrupción, las relaciones responsables con los medios de comunicación, competencia leal, mecenazgo, innovación tecnológica, buen gobierno corporativo y transparencia”.
Desaceleración de la actividad logística en España
Desde el año 2003 hasta finales del 2007, el sector logístico en España experimentó un crecimiento sostenido que lo llevó a representar en torno al 10% del PIB. A finales del 2008, empezó la desaceleración de este crecimiento.
A pesar de la incertidumbre que día a día la crisis internacional arroja sobre todos los sectores de actividad, entre ellos el logístico por estar directamente afectado por la caída del volumen de los intercambios en el comercio mundial, es importante reflejar cómo este sector cerró el año 2008. Las actividades logísticas suponen el 5,4 del PIB, mueven un volumen de facturación anual superior a los 9.000 millones de euros y representan una cuota de mercado respecto al total nacional del 42%.
La consultora DBK ha hecho públicos los resultados del 2008 del sector de los operadores logísticos en España. Según este informe, el deterioro de la coyuntura económica, y en particular la tendencia a la baja de la producción industrial, se tradujo en los últimos meses de 2008 en un descenso del número y el volumen de las operaciones realizadas por los operadores logísticos. En el conjunto del año la facturación de este tipo de empresas aumentó un 1,5%, hasta los 3.745 millones de euros (incluye el almacenaje de mercancías y las operaciones asociadas realizadas sobre las mercancías almacenadas: manipulación, transporte y distribución, y excluye la facturación por servicios no asociados a operaciones de almacenaje), crecimiento que contrasta con el 8,5% que como media se registró en el período 2001-2007.
Aunque siguió apreciándose la tendencia de aumento de la subcontratación de los servicios logísticos en el tejido empresarial español, el deterioro de la coyuntura motivó un descenso del número de operaciones y del volumen de las mismas a partir de los últimos meses de 2008, creciendo en este apartado un 1,5% que contrasta con el incremento del 9,3% registrado en 2007.
Destaca especialmente el negativo comportamiento de la demanda proveniente de los sectores de automóvil y electrodomésticos, que se vio compensado por la mejor evolución de las industrias farmacéutica y alimentaria. Por tipo de producto, los productos de alimentación y bebidas generaron el 35% del volumen de negocio de los operadores logísticos.
Los servicios de almacenaje y las operaciones dentro del almacén representaron en 2008 el 40% de la facturación sectorial, cifra similar a la del año anterior, correspondiendo el 60% restante a la actividad de transporte y distribución asociada a las mercancías almacenadas.
Por otro lado, el empeoramiento de la coyuntura económica frenó la tendencia de entrada de nuevos operadores que se venía registrando en los últimos años, de forma que en 2008 operaban en el sector alrededor de 225 empresas, cifra similar a la registrada un año antes. Las empresas del sector contaban con alrededor de 26.000 trabajadores en 2008, habiéndose producido un ligero descenso con respecto al año anterior. En este sentido, en la segunda mitad de 2008 comenzaron a producirse ajustes y procesos de redimensionamiento empresarial, de cara a afrontar el deterioro de la demanda, que se han intensificado en los primeros meses de 2009.
El 35% de las empresas se encuentran radicadas en la Comunidad de Madrid, mientras que el 30% tiene su sede en Catalunya. No obstante, el tipo de actividad desarrollada obliga a contar con una extensa red de delegaciones y almacenes, de forma que los principales operadores tienen generalmente presencia en todo o buena parte del territorio nacional.
Previsiones para 2009
Los ingresos derivados de la prestación de servicios de almacenaje y por manipulación, transporte y distribución de las mercancías almacenadas (excluyendo los servicios no asociados a operaciones de almacenaje) podrían decrecer en torno a un 5% en 2009, hasta alrededor de los 3.550 millones de euros.
En los próximos meses seguirán teniendo lugar, previsiblemente, operaciones tendentes a la concentración sectorial, pudiendo asimismo producirse el abandono de la actividad por parte de algunos operadores.
La actividad de los operadores seguirá viéndose negativamente afectada por el adverso comportamiento de la economía, si bien en cambio la política de contención de costes favorecerá la externalización de los servicios logísticos por parte de los potenciales clientes.
El papel del transporte por carretera en la logística
Las actividades más ofertadas por los operadores logísticos son: el transporte terrestre (más del 90%), la distribución y el almacenaje (87%) y la gestión de stocks (82%). Asimismo, el transporte es la actividad más subcontratada dentro de las distintas actividades logísticas. El modo de transporte más utilizado por fabricantes y distribuidores es el transporte por carretera (80%), seguido del transporte marítimo (11%) y la intermodalidad (3%).
Estas cifras no quitan que el transporte por carretera sea el sector que se está viendo más afectado por la crisis. Su facturación en 2008 fue de 18.000 millones de euros, un 6% menos que lo alcanzado en 2007. De continuar con esta progresión descendente, el sector cerrará 2009 con otra caída del 6% en su facturación y no superará los 17.000 millones de euros.
Quizás sea por ello que las principales organizaciones del sector, como la IRU (Internacional Road Transport Union) a nivel internacional y AECOC a nivel nacional, se hayan preocupado por un sector altamente perjudicado por muchos y diversos factores.
En este escenario, la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) celebró recientemente el IX Foro Nacional del Transporte, encuentro en el que cargadores, transportistas, operadores logísticos y administraciones analizaron el impacto de la coyuntura económica en el sector del transporte de mercancía, tanto a nivel europeo como estatal.
El Director General de Transportes por Carretera, Juan Miguel Sánchez, fue claro en su discurso: “Hay que hacer un esfuerzo para mejorar las relaciones contractuales y dotarlas de mayor transparencia a fin de incrementar la eficiencia y competitividad del sector y reducir su siniestralidad. Y las empresas cargadoras deben fomentar relaciones limpias, leales con los transportistas”. Para Sánchez, el futuro del sector pasa por mejorar la formación de los profesionales del sector y “dignificar” las actividades de los transportistas que “no pueden ser sólo conductores de camiones”.
Por otro lado, el economista y profesor del Instituto San Telmo, Fernando Faces, esbozó el escenario económico en el que las empresas tienen que operar. En su opinión, “sólo la capitalización y el saneamiento de la banca nos va a permitir a nuestro país salir de la crisis”. Porque “sólo así las empresas podrán conseguir los créditos que necesitan para tener viabilidad y seguir operando”. Según Faces, en España van a verse movimientos en este sentido durante los próximos meses como única opción para superar una situación que va a “obligar” al sector del transporte, al igual que a la mayoría de sectores profesionales, a reestructurarse para ser competitivos. En este sentido, Fernando Faces recordó que la competitividad es la gran asignatura pendiente de las empresas y, por ello, nuestro país suma su propia crisis al mal clima general. Aún así, el profesor del Instituto San Telmo manifestó su total confianza en que “nuevamente serán los empresarios los que sacarán al país de la crisis” puesto que al gobierno lo único que hay que pedirle es ayuda a la hora de establecer un marco legal y operativo que permita a las empresas seguir trabajando para mejorar la actual coyuntura económica.
Medidas para relanzar el transporte por carretera y la economía
Según fuentes gubernamentales y sectoriales, las actividades de transporte de mercancías por carretera han disminuido hasta un 50%, se ha multiplicado por dos el número de cierres y aumentado enormemente el paro: 140.000 empleos en la UE, 120.000 en los países de la CEI y 200.000 en Norteamérica.
Las previsiones para 2009 son preocupantes. A lo largo del primer trimestre 2009, se ha registrado una bajada general de las tarifas del transporte por carretera de mercancías.
Antes este panorama la IRU pide a los gobiernos y autoridades que se facilite el transporte por carretera para relanzar la economía. En concreto la IRU pide que:
- Se reduzcan las tasas en vigor y dejen de crearse cánones que amenazan la recuperación y competitividad de la economía.
- Se fomente que las instituciones financieras concedan líneas de crédito suficientes para los transportistas.
- Hacer que la legislación sobre insolvencia sea más flexible para permitir a las empresas de transporte reducir su capacidad de transporte, realizando actividades comerciales rentables en lugar de proceder a liquidar sus empresas.
- Se ofrezca a los transportistas medidas que les permitan invertir en vehículos innovadores y limpios.
- Se invierta en infraestructuras de carretera con el fin de suprimir los embotellamientos y sus costes.
- Se cree un marco social y jurídico que permita al sector del transporte por carretera dejar inactivo a su personal cualificado en lugar de despedirlo.
Asimismo, la IRU urge a los transportistas a que no hagan transporte no rentable, que sólo ejerzan su actividad si pueden repercutir los costes a los clientes y que eviten los viajes “en vacío”, que estabilicen los precios del mercado reduciendo su capacidad de transporte y que, de manera temporal, mantengan inactivo a su personal cualificado en lugar de despedirlo.