La ministra de Fomento, Ana Pastor, destacó durante el Consejo de Ministros de Transportes de la Unión Europea celebrado el pasado 14 de marzo, que el cuarto paquete ferroviario supone un gran paso adelante hacia un espacio ferroviario único europeo. Para el cumplimiento de ese objetivo, España apoya la propuesta de eliminación de barreras administrativas, una mayor armonización y homogeneidad en las regulaciones de los estados miembros, así como el fortalecimiento de la Agencia Ferroviaria Europea.
Sobre esta última, España está de acuerdo con otorgar a la Agencia Europea la capacidad ejecutiva para la emisión de certificados de seguridad que sean válidos para circular por toda la Unión, lo que generará mayores beneficios al sector.
También destaca el pasaporte único del material rodante, que hará factible la circulación por todas las redes europeas y redundará en la competitividad y eficiencia del sistema.
En cuanto a la regulación sobre operadores que actúan en un solo país, el Gobierno considera importante que el solicitante de una autorización o de un certificado tenga la opción de acudir a la Autoridad Nacional de Seguridad en los casos de uso estrictamente nacional. Para países, como España, con una dimensión ferroviaria importante esta doble opción es muy adecuada.
Por ello, la titular de Fomento destacó que la ERA contará con la máxima colaboración y experiencia españolas a través de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, que asumirá las funciones de autoridad independiente responsable de la seguridad ferroviaria, de acuerdo con la normativa comunitaria.
Por otro lado, Pastor recordó que algunos de los principales aspectos que se incluyen en este grupo de disposiciones del cuarto paquete ferroviario ya han sido adelantados por España en sus políticas ferroviarias, como la separación entre administrador y operadores o la liberalización del tráfico interior de viajeros.
Una línea estratégica básica de las actuaciones españolas está inspirada en la transición hacia un mercado ferroviario con menos barreras y más interoperable. Por esta razón, España comparte la necesidad de simplificar y armonizar los procesos que permitan el mercado ferroviario único.