La Naval de Sestao ha recuperado su actividad de reparación de barcos, 20 años después de que se viera obligada a abandonarla en 1994 por una decisión de la Unión Europea. Vencido el periodo en el que finalizaba la limitación de esta actividad, La Naval ha decidido poner en marcha esta nueva línea de negocio. Para ello, la empresa ha habilitado uno de los dos diques secos que posee, concretamente el número 2.
A finales de septiembre, La Naval procedió al diqueado en sus instalaciones del EDT Jane, un nuevo buque que dará servicio a plataformas offshore y que se encuentra en sus últimas fases de construcción en el astillero vizcaíno.
La entrada en el dique se produjo una vez que los sistemas y equipos del buque han sido totalmente instalados y probados en su fase de muelle. Durante esta etapa, que duró unos 10 días, se procedió a la limpieza y aplicación del esquema final de pintura del casco. Una vez terminado este proceso se llevó a cabo su reflotamiento para la posterior salida a pruebas de mar, previas a la entrega del mismo a su cliente, el armador chipriota EDT Offshore, a lo largo del mes de octubre.
El diqueado del EDT Jane no ha sido un hito más en su proceso de construcción, sino que tiene un significado muy especial para La Naval y sus trabajadores. Casi 20 años después de que, por una decisión de la Unión Europea el astillero se viera obligado a abandonar su actividad de reparaciones y una vez vencido el período en el que esta limitación de actividad ha estado vigente, La Naval decidió el pasado año abrir una nueva línea de negocio que, además de su actividad principal de diseño y construcción de buques sofisticados, permitiera ofrecer los servicios de reparación, conversión y diqueado de buques, tanto en funcionamiento como en construcción. Para ello se ha llevado a cabo a lo largo de este año un importante trabajo de acondicionamiento que ha permitido poner en operación uno de los dos diques secos de los que dispone el astillero, con capacidad para albergar buques de unas dimensiones máximas de 146 metros de eslora y 21,8 metros de manga.
La alta capacitación de los trabajadores del astillero y sus instalaciones productivas, así como el tejido de industrias auxiliares del sector naval en Euskadi permitirán a La Naval la prestación de los servicios de esta nueva línea de negocio con las máximas garantías de calidad y cumplimiento de sus compromisos con los clientes. La intensa actividad comercial del Puerto de Bilbao supone asimismo una oportunidad en este nuevo negocio para La Naval, que a partir de ahora podrá ofrecer los servicios de reparación, conversión y diqueado a los armadores que recalan en nuestro puerto.
Nuevas Construcciones
En lo que respecta a la línea de negocio principal de nuevas construcciones, La Naval mantiene una intensa acción comercial con el objetivo de conseguir nuevos contratos de construcción de buques de alto valor añadido.