Ramón García, Director de Innovación y Proyectos del CEL, introdujo el tema del Desayuno y se refirió a las actividades que tiene planteadas el Centro Español de Logística para próximas fechas, entre las que destacan las 32º Jornadas Logísticas del CEL, que, bajo el lema Logística Valor Seguro, se desarrollarán los próximos 1 y 2 de marzo en el Hotel NH Eurobuilding de Madrid.
Igualmente, Ramón García también destacó la participación del Centro Español de Logística en el estudio coordinado a nivel mundial por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) sobre riesgos en las cadenas de suministro, una encuesta desarrollada a escala planetaria para descubrir los principales riesgos logísticos por zonas y países.
Tras el Director de Innovación y Proyectos del CEL, César Maya, Consultor logístico y Director de Compass Corporate Finance & Strategy describió los principales problemas que afectan al flujo logístico y, más concretamente, las dificultades que presenta el suministro en la última milla, como, entre otras, la manipulación de los paquetes, la agrupación de las entregas con su correspondiente documentación, los horarios de entrega, la gestión de los cobros y las posibles devoluciones, o posibles problemas con la documentación que acompaña a la entrega y las conformidades para la recepción. En definitiva, el esquema de trabajo en las entregas en la última milla tiene peculiaridades propias dependiendo del tipo de entrega y del receptor del envío, lo que puede dar lugar a incidentes varios como roturas, pérdidas o devoluciones.
En este sentido, las entregas domiciliarias obligan a una gran especialización, merced a la cual se preste especial atención a la gestión de las entregas con el fin de minimizar el nivel de incidencias y, por lo tanto, de reducir posibles costes. Para Moya, los clientes se irán moviendo paulatinamente hacia la compra por internet, a medida que vayan confiando en las transacciones telemáticas. En lo que respecta a la entrega de las compras realizadas por internet, el Director de Compass Corporate Finance & Strategy estima que los clientes piden horarios más flexibles de entrega, que alguien tenga en cuenta y sea capaz de gestionar cualquier posible incidencia en la entrega y, por lo tanto, se pueda realizar una devolución, evitando, de paso, la desvinculación del cliente.
Por su parte, Pablo Ramos, Country Manager de Kiala España explicó la estructura y objetivos de Kiala en nuestro país, donde la empresa de origen belga cuenta con 700 puntos de entrega que cubren 360 ciudades de nuestra geografía. En palabras de Ramos, Kiala, se espera alcanzar antes de abril próximo los 1.000 puntos de entrega y, por lo tanto, ser capaz de cubrir 700 ciudades españolas.
Kiala cuenta con cinco grandes áreas de negocio, con las que cubre cinco segmentos de mercado: el servicio estándar a particulares, logística inversa, C2C, del inglés customer to customer, o cliente a cliente, not@home y PUDO (Pick Up Drop Off). La empresa crea una red de puntos de entrega a partir de un algoritmo de geolocalización, en combinación con la cumplimentación de una serie de requisitos estructurados a partir de la propia experiencia de Kiala. Estos puntos suelen contar con horarios amplios y, además, suelen permanecer abiertos los fines de semana, de tal modo que aportan una gran flexibilidad en la entrega, así como en el modo de pago. A cada punto se le asigna un terminal PDA con lector de código de barras, lo que permite coordinar la información para que el cliente final pueda pasar a recoger el envío.
Finalmente, Gustavo Prieto, Sales Manager Kiala España ha dado una visión de los principales clientes que componen cada uno de los cinco segmentos de mercado en los que trabaja Kiala. Desde su punto de vista, uno de los puntos fuertes de Kiala para los mercados españoles consiste en que su sistema permite el pago contra reembolso, algo especialmente apreciado en unos mercados desconfiados todavía con el pago a través de internet.
Prieto también destacó los avances de Kiala para la elaboración, en el terreno de la logística inversa, de una e-label. La e-label es una etiqueta que el cliente puede imprimirse en su casa para el caso de que se haya producido cualquier tipo de incidencia que haya dado lugar a una devolución, y que debe presentar con el producto en su punto de recogida. De este modo, se inicia el proceso de trazabilidad de la devolución.