El sector industrial liderará la salida de la crisis en Catalunya y el cambio de modelo económico que se deriva. Esta es una de las principales conclusiones de la Memoria Económica de Cataluña 2012, que elabora el Consell General de Cambres de Catalunya presentado el pasado viernes 26 de julio.
La publicación, que se elabora desde el año 1965, incluye un monográfico sobre la industria que identifica sus potencialidades y aporta puntos de vista en el diseño de la política industrial en Cataluña.
En el estudio de las 13 cámaras de comercio de Catalunya se analizan los 10 principales factores de competitividad de la industria: infraestructuras de transporte; suelo industrial; energía; regulación administrativa; financiación; fiscalidad empresarial; capacidad innovadora; formación industrial; estructura empresarial, y costes laborales unitarios.
Las cuatro fortalezas del sector industrial que se destacan en el informe son:
- El efecto vertebrador que tiene sobre el resto de la economía, principalmente los servicios. En 2012 la suma de la industria y los servicios a la producción, también conocida como «nueva industria», representa el 65,2% del VAB total de la economía catalana, uno de los porcentajes más elevados de la UE. Es, sin duda, el principal sector generador de riqueza en Catalunya.
- Es protagonista en el proceso de internacionalización. Actualmente, el 75% de las empresas industriales catalanas exportan y, además, el 75% de las exportaciones son bienes industriales.
- Es el principal sector innovador. Las industrias radicadas en Catalunya realizaron el 64,3% del total del gasto privado en innovación. Asimismo, un 34,1% de las empresas son innovadoras, un porcentaje muy superior al del resto de ramas de actividad.
- Es el sector que más contribuye al aumento de la productividad de la economía catalana. En Catalunya, la industria tiene una productividad que es casi un 35% superior a la del conjunto de la economía. Además, es el sector que ha registrado un mayor aumento de la productividad desde el inicio de la crisis, situándose por encima del nivel medio en Europa y en España.
Los principales objetivos que deberían marcar la hoja de ruta de la política industrial son:
- Recuperar parte del peso económico que la industria catalana ha perdido desde finales de los noventa (desde el 21% del VAB en 2012 hasta el 30%, que es el nivel que tenía a mediados de los 90).
- Aumentar el número de pymes exportadoras y el volumen de exportación por empresa.
- Incrementar el esfuerzo en innovación del sector industrial hasta equipararlo con la media europea.
Por todo ello, «el principal reto que tenemos como país es crear un sector manufacturero fuerte, recuperar los valores económicos y sociales asociados a la «cultura industrial «y prestigiar el sector industrial catalán dentro y fuera de nuestras fronteras», dijo el presidente del Consell de Cambres de Catalunya, Miquel Valls, en la presentación de la Memoria.
Además, Catalunya debe aprovechar el cambio impulsado desde Europa con la Estrategia 2020, que vuelve a situar la política industrial como eje de las políticas de competitividad de la UE, para situar su industria en un sólida posición competitiva .
Las política industrial de las «5 Efes» que proponen las cámaras
La industria está haciendo un importante esfuerzo de ajuste para mejor los factores «internos» de competitividad (tecnificación, reducción de costes laborales y no laborales, etc) Pero hace falta que también mejoren los factores «externos» de competitividad (costes energéticos, de transporte, mejora de la regulación, fiscalidad, entre otros). Por ello, las cámaras de comercio piden una política de las administraciones públicas clara y decidida en favor de la industria basada en cinco ejes, denominados las «5 Efes» de la industria:
Financiación
La situación financiera de las empresas industriales es más saneada que la del resto de sectores económicos porque no hizo un uso abusivo del crédito durante el periodo expansivo, pero está sufriendo la restricción crediticia de forma similar al conjunto de la economía, y esto está provocando la destrucción de una parte del tejido productivo que tardará décadas en recuperarse. Deberían tomarse medidas urgentes para favorecer que la financiación de las empresas industriales, fundamentalmente de las pymes, que son las que tienen más dificultades y de las que depende la salida de la crisis, porque son las grandes protagonistas de la exportación catalana .
Fiscalidad competitiva
La medida más efectiva para favorecer la mejora de la competitividad de los productos nacionales en el extranjero sería una reducción de las cotizaciones sociales a la Seguridad Social que permitiera compensar en parte el aumento de la fiscalidad indirecta que se ha producido recientemente. Hay que tener en cuenta que las cotizaciones sociales que pagan las empresas en España son elevadas y que países competidores directos de Catalunya como Alemania las han bajado.
Facilidades para hacer trámites, para crecer, para exportar e importar, para abrir y para cerrar, etc.
La industria es el sector económico que soporta unos costes económicos más elevados por la sobrerregulación. Las cámaras catalanas consideran que ha llegado el momento de elaborar una nueva ley ómnibus que dé continuidad a la política de simplificación que inició el actual Gobierno en 2011 y que se aproveche para hacerla extensiva a la administración local. «La simplificación es una carrera de fondo larga y con muchos obstáculos, pero es necesario correrla si queremos ser una economía competitiva», indicó Pere Casals, presidente de la Cámara de Manresa y de la Comisión de Industria del Consejo de Cámaras.
Formación Dual
Catalunya debe impulsar, con la colaboración de las cámaras, el modelo de FP dual que tan buenos resultados ha dado en Alemania, donde más del 60% de la totalidad de los jóvenes alemanes entre 16 y 24 años optan por este modelo que se basa en un alternancia entre formación en las escuelas profesionales y prácticas remuneradas en empresas.
Ferrocarril
El transporte ferroviario de mercancías debe tener en Catalunya una cuota similar a la media de los países europeos, reforzando el Corredor Mediterráneo. Hoy las empresas industriales catalanas priorizan sobre todo una buena conexión de transporte logístico con Europa y con el resto del mundo, dado que el 53% de su producción va destinada al mercado internacional y este es el mercado que más crecerá en el futuro.