Las empresas que facilitan la conciliación laboral y familiar de forma habitual a sus empleados consiguen aumentar un 19% su productividad. Los empleados de estas organizaciones se sienten 4 veces más comprometidos con su empresa y menos dispuestos a cambiarse de trabajo que en entornos que la dificultan sistemáticamente. Los colaboradores más jóvenes, hasta los 28 años, son los únicos que priorizan conservar el puesto de trabajo en entornos que no favorecen la conciliación. En España, las mujeres jefas son mejor valoradas en general, por su empleados, que se sienten mejor comprendidos, escuchados y valorados que cuando el jefe es un hombre.
Estos datos se desprenden del Barómetro de Conciliación Edenred-IESE 2012, un estudio elaborado sobre una muestra de más de 7.000 encuestas a trabajadores y trabajadoras de 23 países con diferentes situaciones familiares, grados de responsabilidad y edades.
El estudio pone de manifiesto que un 40% de los trabajadores en el mundo no están comprometidos con su empresa, aunque un 95% de los que trabajan en entornos que favorecen la conciliación sí lo están, frente al 60% de los que trabajan en empresas que no la favorecen.
En general, la insatisfacción de los colaboradores en un entorno laboral que no facilita la conciliación es 7 veces mayor que en entornos que sí la favorecen.
El barómetro también muestra un mayor compromiso con su empresa por parte de los empleados con hijos. De hecho, cuando la empresa facilita habitualmente la conciliación, el compromiso de los empleados con hijos es total, de un 100%, mientras que en las mismas circunstancias el compromiso de los empleados sin hijos es de un 84%. Sin embargo, cuando la empresa no facilita la conciliación, el compromiso de los empleados baja al 23% y 22% respectivamente.
En general, el compromiso de las mujeres es mayor que el de los hombres. El 80% de las mujeres se muestran comprometidas cuando tiene a otra mujer como jefe, y sólo un 57% cuando el jefe es un hombre. En el caso de tratarse de colaboradoras con hijos, este porcentaje aumenta al 84% y al 66% respectivamente.
Retribución flexible para compensar la reducción del poder adquisito
Edenred ha puesto en marcha una iniciativa para dar a conocer a las empresas y sus trabajadores la posibilidad de acogerse a la retribución flexible, a través de la inclusión de beneficios sociales en la nómina, lo que permite mejorar el salario neto a final de año.
Según Manuel Asla, director de marketing de Edenred, empresa impulsora de la iniciativa, “nuestro objetivo es informar a las empresas sobre las herramientas necesarias para poner en práctica la retribución flexible en la empresa, y su funcionamiento práctico. Y aunque la retribución flexible ha aumentado en los últimos años, todavía son muchas las empresas españolas, especialmente pymes, que desconocen las ventajas de acogerse a la retribución flexible”.
En los últimos tres años se ha incrementado un 75% el número de empresas que ofrecen a sus trabajadores la posibilidad de optar por una retribución flexible. En un momento en que la difícil situación económica ha impedido subir salarios, las compañías han buscado en la retribución flexible una fórmula para aumentar el poder adquisitivo a sus trabajadores sin que ello suponga un coste añadido para la empresa.
La retribución flexible permite al empleado cobrar una parte de su salario en especie, en productos como seguros de salud, seguros de vida, ayudas para la guardería, tickets restaurant o Ticket transporte, entre otros, unos beneficios que están exentos de impuestos hasta el tope que marca la Ley.
Entre las principales ventajas de la retribución flexible, Manuel Asla destaca que “los beneficios sociales son una excelente herramienta de motivación y conciliación laboral, en beneficio de un mejor clima laboral, un mayor compromiso de los empleados con su empresa y, en definitiva, una mayor productividad”.
Tras la subida del IRPF este pasado mes de febrero, los trabajadores han visto reducido aún más su salario, en unos 19 euros de media. Sin embargo, el seguro médico, la guardería de los pequeños de la casa o el almuerzo del mediodía en un restaurante cercano a la oficina son algunas de las situaciones cotidianas que pueden incluirse en la nómina en forma de beneficios sociales, libres de impuestos.
David Gil, fiscalista y responsable del departamento jurídico de AYG Administrativo y Contable, señala que “cualquier trabajador debería preguntarse cuánto invierte al año en todos estos gastos. Esta es la cantidad que podría restar de su base imponible siempre que la perciba en forma de beneficios sociales y se incluya como parte de su nómina”.
Con esta fórmula, un empleado con un salario medio podría disponer de 1.600 euros más al final del año. Actualmente, el pago en especie es la única vía a la que legalmente puede acudir un trabajador para mejorar su poder adquisitivo. Para la empresa, no supone más que una gestión diferente de las nóminas, a medida de las necesidades individuales de cada uno de sus empleados y una potente herramienta de motivación.