El lunes por la mañana se inauguraban las jornadas para celebrar el 30 Aniversario Belén María en el hotel Melia de la capital grancanaria. En el acto estuvieron presentes el presidente del sindicato de estibadores de Las Palmas, Miguel Rodríguez, el presidente de la Autoridad Portuaria, Javier Sánchez Simón, el presidente de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, Antolín Goya y el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, además de varias autoridades políticas y sociales de la isla, que se acercaron para acompañar a la familia de estibadores en el comienzo de la semana grande dedicada a la joven hija de un estibador que murió en los años 80 víctima de un atropello cuando se manifestaba para reivindicar los derechos laborales del colectivo.
En la inauguración, Paulino Rivero resaltó lo importante que son los puertos y aeropuertos para la economía canaria, e hizo hincapié en la necesidad de descentralizar las competencias dado que Canarias tiene sus particularidades y carece de otros recursos. Mencionó el hándicap del insularismo, pero aseguró que en la actualidad había que darle la vuelta a ese problema y mejorar las políticas y condiciones que fomenten la competitividad y alanzar en el tiempo las bonificaciones necesarias para toda Canarias, pues, resaltó «el hablar de los puerto y aeropuertos como las herramientas más importantes para nuestro desarrollo económico es así, de cajón».
Para finalizar su discurso Rivero reconoció el trabajo de los estibadores por haber conseguido «entendimiento, paz social y un compromiso constante de cara a los próximos años ganando poco a poco el respeto que no se gana fácilmente y beneficiando a toda la sociedad canaria».
Por su parte, Miguel Rodríguez, explicó estas jornadas labores pretenden «ser el punto de referencia de la estiba de los puertos a nivel internacional, que se conviertan en el centro de atención de los puertos a nivel internacional y del estado”. Estos eventos sirven para “compartir con las autoridades, con los empresarios nuestro trabajo, dar una imagen de unidad de todos los sectores ya que los estibadores lo estamos y demostrar que estamos todos a una con los puertos de canarias».
Antolín Goya, presidente de la Coordinadora Estatal, recordó lo importante que era esta semana, para «aprovechar el acto para buscar huecos para abrir foros de debate y análisis de la situación actual y planificar el futuro de nuestros puertos con ese marco legal cambiante y que creemos que es prioritario en este momento para hacerlo desde un sitio como son las islas canarias, que siempre hemos estado sino de espaldas, si de lado al mar y ver que capacidad de negocio tenemos enfrente».
Por su parte, Javier Sánchez Simón, presidente de la Autoridad Portuaria, hizo mención especial a la importancia que tienen los puertos, insistiendo en que el Puerto de la Luz y de Las Palmas reporta un alto índice de porcentaje en el PIB de las islas y de Gran Canaria en concreto. Valoró las actos como algo muy relevante «ya que celebrar esto en la ciudad de Las Palmas es muy importante», insistió en que los actos previstos y la coincidencia de la recién aprobada Ley de Puertos supone hablar de futuro «una gran oportunidad, un reto y un enorme acicate en cuanto que nos otorga instrumentos de eficiencia que nos permite ser más competitivos y si sabemos aprovecharlos crear más puestos de trabajo».
Sánchez Simón quiso resaltar la línea de trabajo pactada en los últimos años entre patronal y trabajadores, «una fórmula de diálogo para resolver los conflictos, tensión y tener en cuenta que esta ha sido una ley con enorme consenso, y es el reflejo de la fórmula de negociación que ha dado un cambio muy importante entre las relaciones que hay con las empresas, los estibadores y la Autoridad Portuaria en un momento clave para nuestro desarrollo».
Miguel Rodríguez cerró el acto de presentación que aprovechó para entregar a los presidentes que le acompañaban en la inauguración de un pequeño monolito en recuerdo de Belén María y el 30 aniversario.
Reforma legal del sistema portuario español
En su primera sesión del lunes se trató a fondo el tema de la reforma legal del sistema portuario en España, justo cuando ha sido aprobado definitivamente el proyecto de Ley de Puertos en el Congreso de los Diputados, después de más de un año de negociaciones.
La sesión contó como ponente con Francisco Villar Rojas, Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de La Laguna, que realizó una presentación esquemática de la Ley, mostrando todos aquellos aspectos a los que afecta y destacando los cambios más importantes que puede producir.
Tras su ponencia se inició una mesa redonda que contó con destacadas personalidades dentro del sector, totalmente vinculadas al proceso de la reforma de la Ley de Puertos. Por parte de la clase política asistieron Andrés José Ayala, diputado y portavoz del Grupo Popular y miembro de la Comisión de Fomento y José Luis Perestelo diputado y portavoz de Coalición Canaria. Representando a la administración estuvieron presentes Rosa Dávila, Directora General de Transportes del Gobierno de Canarias y Álvaro Sánchez de Puertos del Estado. Por parte de las Autoridades Portuarias, asistieron Javier Sánchez-Simón, presidente de la AP de Las Palmas y presidente de la Fundación Puertos de Las Palmas; Manuel Morón, presidente de la AP de la Bahía de Algeciras y Rafael Aznar, presidente de la AP de Valencia. Los empresarios contaron con la presencia de Xavier Vidal, presidente de ANESCO y Eduardo Caso, abogado de Analistas de Relaciones Industriales y asesores de la asociación patronal. Los estibadores portuarios estuvieron representados por Antolín Goya, Coordinador General de la Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios, sindicato mayoritario en el sector. La mesa redonda fue moderada por Víctor Díaz, director de la Fundación de Estudios Portuarios.
El ponente Francisco Villar destacó los aspectos en los que más incidía la Ley y las contradicciones que intentaba resolver, como por ejemplo la regulación de las tasas portuarias junto a la intención de conseguir la autofinanciación de las Autoridades Portuarias; cambiar la fórmula administrativa de concesión por la de licencia pero manteniendo el interés general de un servicio público; determinar el tipo de empresa que agrupará a los estibadores buscando que sea de propiedad privada pero con presencia pública; o disposiciones que modifican el protagonismo de los gobiernos autónomos en la gestión de los puertos de titularidad estatal.
Todas estas cuestiones fueron ampliamente tratadas por los invitados a la mesa redonda, incidiendo cada uno de ellos en distintos aspectos pero coincidiendo en que la nueva Ley va a ser la herramienta que permitirá afrontar los cambios que se están dando en el nuevo contexto de extrema globalización, por una parte, y en los esfuerzos necesarios para salir de la crisis.
Los representantes de la Autoridades Portuarias destacaron la dificultad de mantener el equilibrio entre profesionalidad y tecnificación, que requiere mantener la estabilidad social, y que eso sólo se consigue con diálogo y consenso. Por otro lado plantearon el riesgo de perder competitividad ante otros puertos que se crean en nuevas localizaciones y advirtieron que cada puerto tiene que prever con quién compite internacionalmente y actuar en consecuencia.
Por parte de los representantes de la patronal y del sindicato, destacaron que la Ley no es lo que cada uno hubiera escrito pero que les satisface que el desarrollo de la Ley en la práctica permita un importante margen de maniobra a la negociación colectiva entre las dos partes.
Los representantes políticos resaltaron la importancia de que la Ley nace con un acuerdo absolutamente mayoritario y eso permite que tenga posibilidades de perdurar mucho tiempo y otorgar confianza de futuro a todos los operadores. El único tema en discordia fue la reclamación por parte de los representantes canarios de que la Ley no ha tenido suficientemente en cuenta la condición de periferia de los puertos del archipiélago y que les dificulta conseguir el objetivo de autofinanciación.
Innovación tecnológica en las terminales portuarias
En la segunda sesión se trataron los procesos de innovación tecnológica en los sistemas portuarios y sus consecuencias en las condiciones laborales. Las intervenciones estuvieron a cargo de los representantes de las grandes multinacionales que han empezado a invertir en los puertos españoles, como APM de Maersk, Hanjin España o Dragados SPL y que tienen puertos tecnificados en todas las zonas del mundo y, por otro lado, los representantes sindicales de los puertos afectados como el de Algeciras en España, el de Virginia en Estados Unidos o el de Hamburgo en Alemania.
Los representantes de las empresas insistieron en la necesidad de tecnificación y de reducción de los costes de la mano de la mano de obra, obligados por la competencia internacional, mientras los representantes sindicales aseguraron estar dispuestos a adaptarse siempre que haya un compromiso social con los puestos de trabajo que pasa por un esfuerzo serio en formación.
Las empresas puntualizaron que no siempre es beneficiosa cualquier tecnificación ya que depende de distintos factores como el volumen y tipo de tráfico, la superficie o el desarrollo económico y social de la zona.
Por su parte los sindicatos destacaron los riesgos de la automatización total que, por la experiencia de los puertos presentes, disminuye la flexibilidad ante una incidencia en el sistema, provocando la paralización de importantes operativas sin posibilidad de recursos manuales alternativos.
La IDC crea la Escuela de Formación Belén María
El Consejo Internacional de Estibadores (IDC) acordó también en una asamblea celebra en Las Palmas de Gran Canaria, crear la Escuela de Formación Belén María, con el objetivo de impartir cursos tanto de formación sindical como de teoría y práctica de la estiba.
Ésta ha sido una de las conclusiones de la Asamblea Europa-África, en la que han participado once de los veinticinco países integrados en dicha organización internacional.
Su coordinador general, Antolín Goya, explicó al finalizar el encuentro que, además de la formación, «la reunión se ha centrado en dos cuestiones: el impacto de la crisis en las plantillas, y la expansión de IDC hacia África». Respecto a la primera cuestión, añadió que «hemos analizado de forma pormenorizado las consecuencias de las caídas del tráfico, y su impacto en el colectivo de trabajadores, sobre todo en zonas como el Mediterráneo, así como las perspectivas de futuro».
Por otro lado, Antolín Goya mostró su satisfacción por la incorporación de unos 12.000 afiliados africanos a IDC, tras un proceso de acercamiento que se inició hace algunos meses, precisando que «son miembros de facto si bien oficialmente su incorporación oficial se producirá en la próxima asamblea general». El coordinador general explicó que será precisamente en África donde comenzarán a impartirse los cursos por parte de la Escuela de Formación Belén María, puesto que las carencias de formación son mayores en este continente.
Goya señaló que tanto la reacción ante la crisis como la expansión de la organización son una muestra de que «el principio de solidaridad sigue siendo uno de los pilares sobre los que nos movemos los trabajadores portuarios», y precisó al respecto que «ante la crisis no sólo hemos optado por bajar los salarios de forma significativa para adaptarnos a las circunstancias, sino que hemos procurado mantener en la medida de los posible las plantillas recurriendo a una distribución del trabajo».
Los representantes de España, Suecia, Dinamarca, Francia, Grecia, Malta, EEUU, Senegal, Ghana, Mauritania y Guinea Conakry realizaron un detallado análisis de la situación de las diferentes zonas portuarias del mundo, así como las perspectivas de futuro una vez superada la crisis.
La clausura de la Asamblea Europa-África de IDC estuvo a cargo del gerente de la Sociedad de Estiba de Las Palmas, Daniel Báez, quién destacó la idoneidad de celebrar este encuentro en el marco de la conmemoración del 30 Aniversario de Belén María, y abogó por el mantenimiento del actual sistema de estiba señalando que «el camino de futuro no es cambiar el modelo para prescindir de los estibadores, que son en mi opinión una pieza clave de la actividad portuaria. En este sentido todos remamos en la misma dirección».