Las empresas encargadas del servicio portuario al pasaje de cruceros asumirán, a partir del próximo 1 de marzo, la seguridad y el control de los pasajeros y los equipajes, tal como acordó el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) durante su reunión celebrada el miércoles.
Los operadores de cruceros (Creuers del Port de Barcelona y Palacruceros) llevarán a cabo el control de las operativas de embarque y desembarque siguiendo las indicaciones especificadas por el Port de Barcelona y colaborando con las fuerzas de seguridad del Estado (Guardia Civil), que continuarán presentes en las instalaciones portuarias.
Este modelo de seguridad será parecido al que se desarrolla en los aeropuertos. Así, las terminales de cruceros del puerto tendrán personal de seguridad privada para las tareas de control de personas y maletas, que complementará a los agentes de la Guardia Civil, con quien colaborarán en todo momento.
Los equipos de seguridad permitirán fortalecer los controles e inspecciones que se llevan a cabo durante las operativas de embarque y desembarque, un aspecto fundamental para el Port de Barcelona, que en los últimos años se ha consolidado como líder europeo en el sector de cruceros y que actualmente recibe naves con capacidad para más de 5.000 pasajeros.
Para implantar este servicio complementario de seguridad, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria ha aprobado una nueva tarifa por seguridad de pasajeros y maletas en régimen de crucero a partir del 1 de marzo.
Los nuevos servicios que tendrán que prestar los operadores incluyen la verificación de los documentos de viaje de los pasajeros; la instrucción a los viajeros para la inspección; la vigilancia del indicador luminoso y sonoro del arco de detección de metales; las inspecciones de objetos personales del pasajero; el control de los equipajes por el escáner y la ordenación de colas, entre otros.
El protocolo de seguridad diseñado por la APB concreta el equipamiento (escáners y arcos de detección) y personal mínimo que cada una de las terminales de cruceros tiene que tener. El despliegue de medios irá en función del volumen de pasajeros previsto y de la franja horaria de la operativa.