Tras crecer un 1,5% en 2008, el volumen de negocio de los operadores logísticos en España disminuyó un 8,5% en 2009, hasta los 3.425 millones de euros, en un contexto de retroceso de actividad de los principales sectores clientes.
Según se desprende del estudio “Operadores Logísticos” de la consultora DBK, la facturación de los operadores logísticos se situó en 3.425 millones de euros en 2009, incluyendo los ingresos derivados del almacenaje de mercancías y las operaciones asociadas realizadas sobre las mercancías almacenadas (manipulación, transporte y distribución) y excluyendo la facturación por servicios no asociados a operaciones de almacenaje.
El sector continuó acusando la caída de la demanda que empezó a registrarse a partir de la segunda mitad de 2008, efecto del deterioro de la coyuntura económica. Así, tras mantenerse prácticamente estancado en el año anterior, el volumen de negocio sectorial experimentó un descenso del 8,5% en 2009.
El 35% de la facturación provino del sector de alimentación y bebidas, que se mantuvo como el de mayor importancia, seguido por los sectores de farmacia, droguería y perfumería.
La crisis afectó especialmente al negocio derivado de las operaciones de transporte y distribución, que registró una disminución del 12% en 2009, frente al descenso del 3% mostrado por la facturación derivada de la prestación de servicios de almacenaje y operaciones en almacén.
En cuanto a la estructura de la oferta, al cierre de 2009 se contabilizaban 215 operadores logísticos, produciéndose una disminución a lo largo del año, tras una larga fase de entrada de empresas en el sector, atraídas por el fuerte crecimiento de la demanda. La disminución de la actividad motivó que se llevaran a cabo procesos de redimensionamiento y ajuste de plantillas, reduciéndose el volumen de empleo hasta los 24.000 trabajadores en 2009, alrededor de un 6% por debajo de la cifra de 2008.
Las dos terceras partes de las empresas tienen su sede en Madrid y Catalunya, si bien cuentan con una extensa red de almacenes que abarca todo el territorio nacional. El 15% de los almacenes se ubican en la Comunidad de Madrid, figurando a continuación Catalunya, Andalucía y Castilla-La Mancha.
Las cinco primeras empresas reunieron una cuota conjunta del 38% del volumen de negocio sectorial en 2009, participación que se incrementa hasta el 54% cuando se consideran los diez primeros operadores. Además, una parte significativa de estas empresas son multinacionales, hecho que muestra la tendencia a la desnacionalización del sector en España. Las cifras indica, pues, un mantenimiento de la tendencia de concentración de la oferta que se venía registrando en los últimos años y que previsiblemente se prolongará a corto y medio plazo.
Ligera mejora en 2010-2011
Para el bienio 2010-2011 se espera un ligero incremento del número y el volumen de las operaciones logísticas, que se traducirá en una moderada recuperación de la facturación sectorial, sobre todo a partir del segundo semestre de 2010, en un contexto de mejor comportamiento de la actividad industrial y de la demanda exterior.
El volumen de negocio sectorial podría registrar un crecimiento de entre el 1% y el 2% en 2010 y de un 4% en 2011, lo que permitiría superar de nuevo los 3.600 millones de euros.
Aunque de momento, y en función de los datos del Instituto Nacional de Estadística, la actividad en los dos primeros meses de 2010 no arrojan datos positivos. Según esta entidad, en enero y febrero de este año el sector logístico (transporte y almacenamiento) ha reducido su cifra de negocio en un 2,5%, que es el resultado de la contracción del 3,5% constatada en enero y del 1,1% de febrero. En estos dos meses, destaca como dato positivo el aumento en el sector del almacenamiento y las actividades anexas al transporte con un crecimiento en febrero del 2,8% y un acumulado del 0,8%.
Pero si se tiene en cuenta el todavía bajo nivel de externalización de servicios logísticos existente en España, las cifras pueden empezar a cambiar porque nuestro país tiene un largo camino por recorrer: Según el II Barómetro de la Logística elaborado por la Fundación ICIL y Richard Ellis, algo más del 65% de las empresas continúan gestionando su propio almacén.
En cuanto estas empresas tomen la decisión de subcontratar, la actividad de los operadores debería ir incrementándose paulatinamente, gracias también a la recuperación del comercio internacional que parece que empieza a vislumbrarse.
España en el puesto 25 en el ranking de logística internacional
Según el Logistics Performance Index (LPI) que figura en el estudio del Banco Mundial Connecting to Compete 2010: Trade Logistics in the Global Economy, España ocupa la posición 25, con una puntuación de 3,63, en el ranking de la logística internacional.
El LPI es el resultado de una serie de encuestas a los agentes de las cadenas de suministro de 130 países distintos y ofrece datos de logística interna de éstos así como comparaciones internacionales entre 150 estados. El índice se elabora siguiendo seis criterios de rendimiento logístico que inciden en la economía y que son: la eficacia de los procedimientos de despacho aduanero (fundamentalmente en términos de agilidad, simplicidad y previsibilidad de las formalidades aduaneras) aplicados por las administraciones de control en las aduanas fronterizas; la calidad de las infraestructuras de comercio y de transporte (puertos, ferrocarriles, carreteras, tecnologías de la información y de la comunicación); facilidad para organizar expediciones a precios competitivos; nivel de profesionalidad y de calidad de servicio de las industrias logísticas (operadores logísticos y transitarias); capacidad para el seguimiento de las expediciones; y respeto de los plazos de entrega previstos.
Respecto a España, que debería ocupar una posición por delante de la número 25, el Banco Mundial señala que el sector logístico española ha sufrido importantes cambios desde 2005 y que ha registrado mejoras en aspectos como la implantación de tecnologías de la información aplicadas al sector o la externalización de servicios logísticos. También hay algún comentario positivo referido a la evolución de las infraestructuras de transporte y la reforma y transparencia de los trámites aduaneros.
En los seis criterios analizados, que dan como resultado esa posición 25 en el ranking, con un 3,63 de media, España obtiene una puntuación de 3,47 en eficacia de los procedimientos de despacho aduanero; un 3,58 en calidad de las infraestructuras; un 3,11 en facilidad para organizar expediciones a precios competitivos; un 3,62 en nivel de profesionalidad y de calidad de servicio del sector logístico; un 3,96 en tracking & tracing; y un 4,12 en respeto de los plazos de entrega previstos.