La Confederación Empresarial Valenciana (CEV) considera que la decisión de Iberia y Ryanair de dejar de operar entre los aeropuertos de Valencia y Madrid supone un perjuicio para importantes sectores de la economía valencia. A pesar de ser previsible el reajuste de la oferta de transporte entre ambas capitales con la entrada en funcionamiento del AVE, la decisión hecha pública por las compañías aéreas impacta con los intereses de los transitarios valencianos y del sector hotelero. Según alerta este último, la pérdida de cualquier conexión aérea siempre es una mala noticia para el sector, pero en este caso, el hecho de reducir las conexiones con los vuelos transoceánicos supone la pérdida de un potencial visitante de Valencia y perjudica sobre todo el desarrollo del turismo en los sectores emergentes.
La Asociación de Transitarios, Expedidores Internacionales y Asimilados (ATEIA) de Valencia denuncia que desde la década de los noventa, y tras el proceso de concentración de cargas en determinados aeropuertos europeos para abaratar el coste del transporte aéreo, la mayor carga que se produce en Valencia utiliza el aeropuerto de Madrid-Barajas y, por lo tanto, los despachos de aduanas se llevan a cabo en Madrid mediante acuerdos comerciales con transitarios de Madrid. Según la información de AENA, la carga de Valencia supera las 845 toneladas y sólo en el mes de enero ha experimentado un crecimiento del 10%.
ATEIA alerta que esta nueva situación tendrá como consecuencia despidos de personal y cierre de oficinas, perjuicios para transportistas autónomos, que tendrán que asumir el coste de adaptar los vehículos para el transporte de congelados, refrigerados y perecederos, y, además, tendrá importantes consecuencias para el futuro de la plataforma logística que pretende ser Valencia.