El 21 de diciembre, las 13 Cámaras de Comercio de Catalunya (Barcelona, Girona, Lleida, Manresa, Palamós, Reus, Sabadell, Sant Feliu de Guíxols, Tarragona, Tárrega, Terrassa, Tortosa y Valls) realizaron una rueda de prensa conjunta para dar a conocer las principales premisas que el ámbito empresarial reclama ante la situación actual de crisis económica que vive el país.
Las Cámaras catalanas piden un entorno favorable para la creación de nuevas empresas que, a su vez, permitirían generar nueva ocupación. En este sentido, el presidente de Consell de Cambres de Catalunya, Miquel Valls, afirmó que en épocas de crisis económica la aportación de las nuevas empresas a la creación de ocupación es superior que en épocas de expansión. En concreto el 36% de los puestos de trabajo creados en España provienen de empresas nuevas, mientras que el restante 64% proviene de las empresas ya existentes.
Es por ello que los presidentes de las 13 Cámaras de Comercio solicitan que se creen 100.000 nuevas empresas que permitirían crear 1 millón de puestos de trabajo. En España hay un empresario por cada 12 asalariados en el sector privado y por ello se necesitan 120.000 nuevos emprendedores para llegar a crear los 1,2 millones de puestos de trabajo que se han perdido entre el tercer trimestre de 2008 y el tercer trimestre de 2009.
Pero para hacerlo posible se requiere un entorno favorable y de confianza en la economía. La crisis económica está poniendo de manifiesto que existe una falta de comprensión hacia el empresariado, los problemas de las empresas y el fracaso empresarial. Es por ello que los presidentes de las Cámaras catalanas consideran que debe reconocerse al emprendedor y a la empresa como un bien de la sociedad y como auténticos dinamizadores del bienestar social ya que la creación de ocupación recae en las empresas.
El actual contexto económico de crisis no beneficia ni a los emprendedores ni a los que podrían crear nuevas empresas. Ante ello, las Cámaras de Catalunya piden que los nuevos empresarios sean considerados clientes preferentes del sistema financiero porque los emprendedores han de concentrar sus esfuerzos en crear y consolidar la empresa y no en vencer la burocracia. También es imprescindible educar a los jóvenes para que opten por ser emprendedores, porque no es bueno para el futuro del país que quieran ser funcionarios, tal y como reflejan actualmente las encuestas.
Otros aspectos que hoy por hoy inciden negativamente en la creación de nuevas empresas son, por un lado, lo caro que resulta crearlas y, por otro, el largo proceso para conseguirlo.
También se puso de manifiesto que la voluntad de un emprendedor en el momento de crear una empresa no debe ser exclusivamente la de hacer negocio, sino la de tener una visión de futuro a largo plazo y demostrar un compromiso firmes con la sociedad. Asimismo se recordó que el dinero que sirve para financiar todo el sistema público proviene en buena parte de las empresas privadas, por lo que, en política fiscal, el gasto público debe destinarse a fortalecer el tejido empresarial.
Finalmente, Miquel Valls dio a conocer las principales reivindicaciones del empresariado catalán que pueden resumirse en:
- Conseguir que el tamaño de las empresas crezca a través de la cooperación y la búsqueda de sinergias.
- Detectar nuevas oportunidades en el exterior y promocionar la internacionalización de las empresas.
- Crear nuevos servicios operativos para las empresas, como por ejemplo el asesoramiento en logística.
- Facilitar los contactos institucionales en el exterior.
- Ser selectivo a la hora de hacer estudios y que estos no sean generalistas.
- Potenciar el I+D.
- Involucrar a la universidad y la investigación en el mundo empresarial.