
Este martes 9 de julio, Santiago Bassols, presidente ejecutivo y CEO del Corredor Interoceánico de Guatemala (CIG), explicó con detalle lo que representa esta infraestructura. Según Bassols, el Corredor Interoceánico de Guatemala (CIG) es un proyecto que pretende abrir una nueva ruta para el comercio internacional complementario al Canal de Panamá y que implica la puesta en marcha no sólo de infraestructuras marítimas, sino también terrestres (viarias y ferroviarias), así como actuaciones en otros ámbitos de actividad como el sector energético, las redes de fibra óptica o el desarrollo social y económico de la zona.
Santiago Bassols explicó que en el ámbito marítimo-portuario, el Corredor Interoceánico de Guatemala tendrá dos nuevos puertos, que se construirán uno en la vertiente atlántica y otro en la costa del Pacífico, unidos por una línea ferroviaria de 400 kilómetros y doble vía, y otra viaria para el transporte de mercancías.
Para Bassols, el CIG presenta ciertas ventajas frente al Canal de Panamá, dado que geográficamente está 800 millas por encima del que por ahora es el único paso entre el Atlántico y el Pacífico, es decir, “estará más próximo a los mercados estadounidense y canadiense”. Además, una vez los puertos en ambas costas sean una realidad, podrán utilizar este corredor buques de mayor capacidad, incluso superiores a los 18.000 TEUs, los cuales “no podrán pasar por el Canal de Panamá”.
Bajo la perspectiva de que a medio y largo plazo mejore el comercio internacional, se requerirá “abrir nuevas puertas a parte de Panamá”, por ello este proyecto se desarrollará como un nodo logístico de transbordo interoceánico de mercancías en Centroamérica alternativo, que incluirá dos terminales intercontinentales y zonas de actividades complementarias.
Bassols también destacó que el CIG incluye otras infraestructuras, como un corredor energético para el transporte de petróleo y gas, que requerirá una inversión superior a los 3.000 millones de dólares; un corredor tecnológico de fibra óptica de alta capacidad, además de poner en marcha otras iniciativas de desarrollo social, favoreciendo nuevos proyectos agrícolas, industriales y zonas francas.
Por lo que respecta al coste del Corredor Interoceánico y las inversiones necesarias, Bassols puso de manifiesto que el proyecto puede requerir inicialmente una inversión de unos 10.000 millones de dólares. “Ya estamos negociando con los grandes fondos de inversión”, dijo Bassols, para dar los primeros pasos en lo que será el corredor energético, que requiere “unos 500 millones iniciales para la adquisición de terrenos”, y que posiblemente a final de año se cierre el acuerdo de financiación. En 2014 se empezaría a construir el corredor energético para, en 2018, iniciar el corredor intermodal.
Para finalizar, Santiago Bassols señaló que el Corredor Interoceánico de Guatemala puede interesar a un país como China, tanto para agilizar sus exportaciones como para captar materias primas de Centroamérica y posicionar a sus empresas en el ámbito internacional.
Bassols también indicó que existe un amplio consenso y apoyo local, político y social; en este sentido, el Gobierno de Guatemala va a declarar al Corredor Interoceánico proyecto de interés nacional.
Por otro lado, a lo largo del encuentro, Santiago Bassols, como director general de Barcelona-Catalunya Centre Logístic (BCL), dio a conocer a los socios del Propeller Club de Barcelona las nuevas actividades que está desarrollando la entidad, que funciona como un lobby “ante quienes deben tomar las decisiones tanto en el sector público como en el privado”. Bassols, que también habló del Instituto de Logística Internacional (ILI), entidad que desarrolla formación y proyectos de consultoría, se mostró convencido de que entre BCL, el ILI y el Propeller “podemos encontrar y sumar sinergias”.