“Dos de las peores secuelas que nos está dejando esta crisis son la precariedad extrema a la que están llegando muchas Pymes, y la pérdida de la clase media empresarial. Un lujo que no nos podemos permitir”. Vicente Lafuente, presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (FEMEVAL), realizó el martes estas declaraciones en la entrega de la XII edición de los Premios Femeval.
En su intervención, Lafuente destacó que empiezan a aparecer datos macroeconómicos que invitan a ser positivos. Entre ellos, el mejor comportamiento de dos sectores de referencia del metal como son la fabricación de componentes de automoción y la maquinaria y bienes de equipo amparados por la venta exterior.
Pero incidió también en que este repunte no ha llegado aún a la microeconomía, a miles de empresas y familias, que dependen del mercado doméstico, y que necesitan imperiosamente soluciones ya. “Esta crisis, lejos de ser otro ciclo de declive económico, está marcando un antes y un después en nuestro tejido empresarial que está viendo cómo se acentúan las desigualdades. Las grandes empresas cada vez son más grandes, y las pequeñas cada vez más pequeñas. Y esto es un hándicap para implementar políticas de innovación, cooperación e internacionalización”.
El presidente de FEMEVAL urgió a que se adopten decisiones importantes y ágiles desde el sentido común y la transparencia para salir del estado letárgico en el que estamos inmersos. “No tenemos tiempo para burocracias limitadoras del crecimiento y de la actividad empresarial, ni para políticas largoplacistas. Son muchas las empresas y ciudadanos que no pueden aguantar más, y que esperan, junto a la necesaria austeridad en la gestión pública, políticas de estímulo de la actividad económica. No Sólo con medidas de austeridad nuestro barco sale a flote”.
Y abogó por un mayor apoyo y reconocimiento de los legisladores a la labor de emprendimiento que realizan a diario los empresarios con negocios constituidos desde hace tiempo, porque ellos son los verdaderos emprendedores, no sólo los que crean una nueva empresa.
Absoluto rechazo a una reforma energética con afán recaudatorio
FEMEVAL considera que la reforma energética es una legislación absolutamente rechazable porque penaliza el consumo y la contratación con el único fin recaudatorio de compensación a las grandes empresas distribuidoras. Asimismo, desincentiva la posibilidad de los ciudadanos de contratar una instalación en régimen de autoconsumo, que elevaría las tasas de eficiencia energética, y supondría un balón de oxígeno para el sector de instalaciones eléctricas, eficiencia energética y bienes de equipo relacionados, que suponen más de 3.000 empresas y 15.000 trabajadores sólo en la Comunidad Valenciana.
“Desde las organizaciones empresariales hemos defendido la importancia de moderar los costes laborales, pero también hemos dejado que nos impongan unas tarifas energéticas que, en el caso de las industrias, suponen un coste añadido brutal a los gastos”.
En materia formativa, instó al Gobierno central a no retrasar las negociaciones del V Acuerdo Nacional de Formación, y a aceptar que el 0’7 % que se paga entre las empresas y los trabajadores es un fondo claramente finalista, como lo avalan numerosas sentencias constitucionales.
Respecto a la deuda de la Administración con empresas y organizaciones empresariales, Lafuente reconoció el esfuerzo de la Generalitat por intentar ponerse al día de los pagos atrasados. Pero también destacó el enorme sacrificio realizado por las organizaciones empresariales para ajustar las plantillas y reorientar su modelo de negocio. Por lo que entiende que este esfuerzo merece ser recompensado, no con subvenciones futuras, pero sí con el pago de las pasadas, que han supuesto, en el caso de FEMEVAL, un gran desembolso económico y fuertes tensiones de tesorería y gastos financieros.
La preocupación por el futuro de los Institutos Tecnológicos se puso también de manifiesto en esta edición de los Premios FEMEVAL. Son palancas de crecimiento de las empresas y no se comprendería un sector como el metalmecánico sin un instituto de referencia como es AIMME. El metal ya está trabajando con otros centros para definir un modelo económico viable para los tiempos que se avecinan. Y en esta tarea se requiere del apoyo de la Administración, porque la inversión en innovación es innegociable.