Iberia presentó ayer a los representantes sindicales un expediente de despido colectivo por causas económicas, productivas y organizativas, de acuerdo a la normativa vigente recogida en el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores, que afectaría a 3.807 personas.
La compañía presentó también un Plan de Acompañamiento Social que pretende reducir el impacto en el empleo y que incluye otro tipo de medidas, como reducciones salariales, congelaciones, incrementos de productividad y medidas de flexibilidad.
Iberia ha llegado a esta situación tras tres meses de negociaciones infructuosas con los representantes sindicales, en los que la compañía ha puesto sobre la mesa distintas alternativas que permitían alcanzar los objetivos de rentabilidad necesarios para dar viabilidad y futuro a la empresa, sin tener que recurrir a los despidos, sino prejubilaciones, bajas temporales y reducción de costes salariales, alternativas que han sido rechazadas por los sindicatos.
A partir de ahora, se abre un periodo de negociación con los representantes de los empleados, que se prolongará durante un mes.
Iberia ha perdido más de 850 millones de euros entre 2008 y septiembre de 2012 (262 millones en los nueve primeros meses de 2012), lo que le obliga a tomar medidas drásticas de reducción de costes y mejora de ingresos unitarios para ser viable.
Según indican desde la aerolínea, “Iberia tiene la mejor disposición para llegar a un acuerdo, y con esta voluntad acudirá a todas las reuniones con los representantes sindicales, pese a que los 15 días de huelga convocados no son la mejor situación para negociar de forma constructiva”.
La compañía hace “un llamamiento a los sindicatos para que dejen a los clientes al margen de las disputas internas, que tienen que resolverse en la mesa de negociación y no mediante huelgas que agraven las pérdidas de la compañía”. En cualquier caso, Iberia pondrá todas las medidas a su alcance para mitigar los efectos que las huelgas convocadas tengan sobre sus clientes.