Los estibadores europeos mantuvieron el 5 de marzo una reunión de trabajo en el puerto de Le Havre, en Francia, donde debatieron y analizaron los conflictos de Portugal y Grecia, así como el posible desarrollo de una 3a Directiva Europea que afectaría a los puertos
Tras la intensa lucha protagonizada por los trabajadores portuarios europeos en 2003 y 2006 contra las Directivas Europeas que pretendían desregular el sector, y que desembocaron en un sonoro fracaso de los lobbies liberalizadores, la Unión Europea aceptó incluir a los representantes sindicales en una Mesa de Diálogo Social.
Para el IDC, que ostenta la representación de más de 20.000 estibadores de nueve países europeos, la posibilidad de estar en la Mesa ha servido para recordar una y otra vez que el crecimiento económico no tiene porqué traducirse necesariamente en una puerta abierta al dumping social y al empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores, sino que debe convertirse en una oportunidad para mejorar la seguridad laboral y los propios rendimientos de trabajo, tal como se ha hecho en España durante los últimos años. De este modo, los principales puertos de España, como Algeciras, Valencia o Barcelona, han logrado sortear la crisis económica sin un solo despido, poniendo de relieve que, protegiendo a los trabajadores y haciéndoles partícipes de las decisiones que les afectan, la economía se asienta sobre pilares más sólidos.
Por parte de Barcelona, y en representación de Coordinadora-España, asistió a la reunión Jordi Aragunde, responsable de la Zona Catalano-Balear, quien junto a Peter Shaw, del puerto sueco de Helsingborg, se entrevistó recientemente con miembros de la Dirección General Transportes de la Comisión Europea, a quienes se transmitió la preocupación por la situación de los compañeros portugueses y griegos, y se insistió en el ofrecimiento de participar plenamente en cualquier reforma jurídica que derive en una nueva Directiva Europea.