
El pasado 9 de noviembre de 2010, el Propeller Club de Barcelona tuvo como invitado al almuerzo-coloquio a Narcís Serra, Presidente de Catalunya Caixa.
Narcís Serra hizo un exhaustivo repaso sobre la crisis financiera global, señalando que es una crisis grave porque no tiene una sola causa sino muchas. Según Serra, en la crisis financiera han fallado todos: bancos, gobiernos y comisiones de valores de mercado. El Presidente de Catalunya Caixa explicó que los desequilibrios macroeconómicos también han contribuido a la crisis, habiendo países con superávit, en los que se ahorra más que se gasta, y países con déficit, que han gastado más de lo debían.
Sobre el caso concreto de España, Narcís Serra dio un par de datos relevantes: nuestro país ha pasado de la octava posición del mundo en cuanto a PIB al onceavo lugar, pero desgraciadamente ocupa la segunda posición en cuanto a déficit comercial. Asimismo, España debe solucionar otro problema: el déficit de ahorro. En este sentido, hasta que España no reduzca su déficit comercial a través de un incremento de sus exportaciones y ahorre más, no iniciará el camino de la recuperación.
Narcís Serra también se refirió a la burbuja inmobiliaria, manifestando que en España el problema de las entidades bancarias no son las hipotecas a particulares, sino los créditos a las promotoras y constructoras.
El invitado también valoró las medidas puestas en marcha por los distintos países para hacer frente a la crisis. Ante la fuerte caída del PIB en las economías avanzadas, se realizaron importantes ajustes en las economías deficitarias de ahorro y se procedió a la reforma del sistema financiero.
En lo que a España se refiere, Narcís Serra manifestó que el país debe ser consciente de que su modelo de crecimiento ha tocado a su fin. El relevante peso del sector de la construcción, sumado a una notable pérdida de competitividad durante los años previos a la crisis, ha sumido al país en una situación más delicada.
Para Narcís Serra, España necesita cambiar profundamente, empezando por incrementar su productividad y su competitividad y apoyándose en una mayor dotación de capital físico y tecnológico y, sobre todo, en la potenciación del capital humano.
Para finalizar, el Presidente de Catalunya Caixa se refirió al papel que debe jugar Europa en la crisis mundial, planteando una agenda de reformas que pasan por: la flexibilidad del mercado de trabajo, la coordinación para evitar desequilibrios, la reforma del sistema financiero y el refuerzo de los bancos, y una mayor integración de la política fiscal y presupuestaria. En este contexto de una Europa unida, el papel de Alemania es clave porque debe adoptar medidas para que otros países comunitarios también puedan crecer.