p>El secretario general de European Community Shipowners’ Associations (ECSA), Patrick Verhoeven, manifestó sus reservas sobre la propuesta de la CE para establecer, a partir del año 2018, un sistema de seguimiento de las emisiones de CO2 procedentes de los buques.
Según explican desde ANAVE, aunque ECSA recibió favorablemente esta iniciativa cuando se hizo pública a finales de junio, una vez analizada en detalle, advierte de que no se deben utilizar los datos que se recopilen como base para introducir medidas, ya sean basadas en el mercado, o de otro tipo, para reducir las emisiones de ámbito puramente europeo. Como siempre ha defendido el sector, cualquier norma obligatoria en esta línea debe dejarse en manos de la Organización Marítima Internacional. ECSA manifestó igualmente su preocupación respecto a cómo las compañías navieras se verán afectadas por la publicación de “información comercialmente sensible” sobre las emisiones procedentes de sus buques. “Los resultados conducirán a calificar los buques existentes, utilizando diferentes variables, lo que dará lugar a comparaciones injustas y distorsiones del mercado, como sucede hoy con el uso de ciertos sistemas de clasificación de buques no autorizados.»
También resulta desproporcionado que, aunque se trata en principio de un proyecto piloto con la única finalidad de recoger datos, las sanciones propuestas por incumplimiento sean equivalentes a las aplicadas en virtud de convenios existentes sobre comercio de derechos de emisión.
Finalmente, Verhoeven indicó que la propuesta de reglamento presentada por la CE puede contribuir a un sistema de seguimiento, notificación y verificación armonizado a nivel mundial, siempre que se adapte a las características específicas del sector del transporte marítimo. “La propuesta de la Comisión debe, con este fin, simplificarse y adaptarse, para alcanzar el objetivo general de recoger datos útiles de manera eficiente y flexible.”